El representante del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida) en Panamá, Ricardo García, señaló que la feminización del VIH/sida es una realidad en Panamá, ya que actualmente por cada cuatro hombres que tienen VIH, hay una mujer infectada.
Informes de Onusida indican que en 1992, el 17.6% de los casos de VIH en Panamá era en mujeres, mientras que para 2007 el porcentaje subió al 25%, lo que indica un aumento progresivo de esta enfermedad en las mujeres de entre 25 a 44 años.
El aumento en el sexo femenino se debe al intercambio de parejas sexuales y al poco uso del preservativo, principales causas de la transmisión del virus, indicó García.
Estos planteamientos son reforzados por la Encuesta nacional de salud y reproductiva publicada recientemente, en la que se lee que el 46.4% de los hombres y el 48.9% de las mujeres casadas o en unión, y el 53.9% de los hombres y el 26% de las mujeres solteras manifestaron “haber tenido dos o más compañeros sexuales en el último año”.
Lo alarmante de estos resultados es que apenas el 6.4% de las mujeres casadas y el 28.8% de las solteras reportó el uso del preservativo en esos encuentros de riesgo, frente al 52.1% de los hombres casados y el 44.4% de los solteros.
García señaló que el punto de discusión es cómo los panameños, pese tener conocimientos sobre el VIH/sida y la protección que ofrece el preservativo para evitarlo, al momento de practicar conductas de riesgo no aplican los conocimientos.
En el caso de las mujeres, explicó, se debe a la vulnerabilidad del género femenino frente a la violencia sexual, a las normas sociales sobre sexualidad, a la inequidad, a la vulnerabilidad biológica y a los factores socioeconómicos y culturales.
Paulina Franceschi, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, enfatizó que esto ocurre debido a la falta de una política clara sobre la prevención del VIH.
Franceschi agregó, por otra parte, que es necesario consolidar los registros estadísticos a fin de lograr datos confiables, continuos y pertinentes para reportar el comportamiento real del VIH/sida en el país, y no basarse en estimaciones.
