Cincuenta y ocho días después de iniciada la crisis en la planta potabilizadora de Chilibre –que aún mantiene sin agua a varios sectores de la capital–, la turbiedad sigue siendo protagonista.
Y es que mientras los ex directores del Idaan –Juan José Amado III y Juan Antonio Ducreaux– aseguran que los trabajos de ampliación de la potabilizadora fueron entregados incompletos en el año 2006 por la empresa inglesa Biwater Internacional, voceros de la empresa se defienden asegurando que las obras fueron recibidas a satisfacción del Idaan. Los daños de la planta, aseguran, se produjeron por falta de mantenimiento.
Sin embargo, un informe solicitado por Ducreaux en 2009 –debido a problemas detectados en el sistema de extracción de lodos– hace graves señalamientos sobre la calidad de las obras realizadas por Biwater que, a la luz de lo sucedido por el aumento de la turbiedad del lago Alajuela, tras las fuertes lluvias de diciembre, cobran gran importancia.
En el citado informe, el consultor colombiano Jorge Arboleda concluyó que la plata de Chilibre –tras las mejoras hechas por Biwater– no podía producir los 250 millones de galones de agua diarios (con turbiedad de 100 unidades nefelométricas) que establecía el contrato suscrito con el Idaan.
Entre los problemas detectados por el consultor resaltan los defectos de los dosificadores.
En entrevista con este diario, Arboleda aseguró que “en sus 54 años de estar inspeccionando plantas de tratamiento de agua, nunca había visto algo así como lo que entregó Biwater. En Chilibre nada funcionaba”.
Por su parte, el aún director ejecutivo del Idaan, Manuel González Ruiz, corroboró el mal estado de la potabilizadora tan pronto asumió el cargo en agosto de 2009. Y para enfrentar la situación, solicitó un crédito extraordinario e invitó al presidente, Ricardo Martinelli, a la planta para que fuera testigo de la situación.
Pero sus planes para corregir los problemas no se ejecutaron a cabalidad.
El presidente Martinelli negó haber recibido un informe escrito sobre los problemas de la planta, aunque dijo que le informaron “de todas las anomalías que existían”, por lo que se reunió en tres ocasiones con el presidente de Biwater y sus ejecutivos “para que subsanaran las deficiencias, en especial, la de la producción de agua, que nunca pasó del 70% de lo que se habíamos licitado”. Agregó que Biwater alegó que le debían dinero.
“Sí se me dijo del problema, insistió Martinelli, pero de allí a plasmarlo por escrito, eso es otra cosa, y si se hizo, es irrelevante, no me acuerdo, pero sí se hizo lo que se tenía que hacer, que era conversar y resolver con Biwater”.