Luego de cinco años de haber sido donado a Panamá por Estados Unidos, el barco más grande de la flota del Servicio Marítimo Nacional (SMN) será llevado a un astillero de la armada colombiana, donde será rehabilitado.
El 401 Independencia, o Sweetgum –como fue bautizado al ser "botado" al agua hace más de 64 años– sirvió como rompehielos por muchos años en los mares de América del Norte y como un bote para reparar bollas en Estados Unidos, pero su misión más importante fue rescatar los restos de la nave espacial Challenger que quedaron esparcidos en el mar, luego de que el "autobús del espacio" estallara, 75 segundos después del despegue, el 28 de enero de 1986.
El Independencia cuenta con un brazo mecánico de largo alcance que le permite recoger y ubicar objetos desde la cubierta del barco hacia el mar. Esa fue la razón por la cual lo utilizaron en las labores del Challenger.
Pero ahora, el 401 Independencia debe ser renovado, tanto en sus sistemas vitales como en los auxiliares, explicó su capitán, Jorge Yanis.
Los trabajos se realizarán específicamente en el sistema de propulsión, y en el casco.
Para cumplir con estas labores, la embarcación tendrá que permanecer varios meses fuera del agua. Pero, según Yanis, es necesario realizar estos trabajos para que el buque pueda seguir funcionando con eficiencia.
Durante las reparaciones, su tripulación recibirá varios cursos de entrenamiento en territorio colombiano.
Otro grupo, específicamente el del Departamento de Ingeniería, participará en los trabajos de reparación.
Junto al 401 Independencia fueron construidas seis naves similares, de las cuales solamente queda la que está operando en Panamá.