Tras cumplirse nueve días de la huelga que realizan trabajadores del Sindicato de la Industria del Banano contra la Ley 30 ó “9 en 1”, y pese al toque de queda impuesto por el Ejecutivo desde el pasado jueves, la violencia continuó ayer durante casi todo el día en Almirante y Changuinola, principales poblaciones de Bocas del Toro.
Fuentes oficiales confirmaron que hubo saqueos, al tiempo que varios vehículos particulares, dos buses y algunas edificaciones fueron quemadas; y cuatro funcionarios de la fuerza pública quedaron retenidos contra su voluntad.
Según el conteo de la Caja de Seguro Social (CSS), hasta ayer se contaba un obrero fallecido y el número de heridos se elevó a 105, de los cuales 35 tuvieron que ser trasladados a la capital.
Tanto en Almirante como en Changuinola el comercio cerró sus puertas, lo que aceleró el desabastecimiento de productos y enseres básicos.
Más de 15 barricadas fueron colocadas a lo largo de la calle principal de Changuinola, y el centro de la ciudad quedó sitiado.
En la avenida central fueron quemadas las oficinas de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia, del Ministerio de Salud e incluso de la Policía de Menores.
Asimismo, la sucursal del Global Bank y parcialmente la clínica Santa Isabel.
Varios almacenes, restaurantes y gasolineras también resultaron afectados.
De manera sorpresiva, los periodistas que acudieron a la zona para reportar los hechos se convirtieron en blanco de los manifestantes, quienes los acusaron de no decir la verdad.
En todo el día no hubo diálogo entre los obreros y las autoridades del Gobierno que viajaron a Changuinola, entre estas el ministro de la Presidencia, Demetrio Papadimitriu, para solucionar el conflicto.