Panamá –junto a Costa Rica, Estados Unidos, Colombia y Perú– pedirá ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) que se levante la suspensión de Honduras en ese organismo internacional.
La petición se haría una vez Porfirio Lobo, presidente electo de ese país centroamericano, asuma la Presidencia el 27 de enero próximo. Así lo informó ayer el embajador de Panamá en la OEA, Guillermo Cochez, en una reunión de ese organismo con los medios.
Pero esa tarea no será fácil. Para lograr este objetivo se necesitaría la aprobación de dos terceras partes de los 33 países con derecho a voto en la OEA.
Panamá sostiene la tesis de que la llegada de Lobo a la Presidencia y la salida del presidente de facto, Roberto Micheletti, el próximo 26 de enero, permite eliminar las causas de conflicto que provocaron que la OEA tomara represalias contra Honduras.
Eso implica también cumplir con una serie de requisitos del Acuerdo Tegucigalpa-San José.
La suspensión de Honduras en la OEA se dio el pasado 4 de julio, tras el golpe de Estado que expulsó a Manuel Zelaya de la silla presidencial.
Panamá, junto con Costa Rica, Estados Unidos, Perú y Colombia, ha validado las elecciones celebradas el pasado 29 de noviembre en Honduras que le dieron la victoria a Lobo.
De hecho, el presidente, Ricardo Martinelli, y varios de sus ministros han informado que asistirán a la toma de posesión de Lobo, un liberal que conquistó el voto de los hondureños con un discurso de derecha.