Como asegura Jean Pierre Chevalier, encargado del programa de Migrantes y Refugiados de la Defensoría del Pueblo, la propuesta del presidente, Ricardo Martinelli, “parece buena”.
Al calor del Foro Económico Mundial que se realizó en Cartagena, Colombia, Martinelli anunció que se efectuará un censo migratorio en Panamá para determinar el número de extranjeros indocumentados.
La principal preocupación del Gobierno son los colombianos, quienes conforman el grupo de indocumentados más numeroso, aunque no se tienen cifras oficiales.
“Es una buena idea porque se sabrá la situación de todos los colombianos”, comentó Chevalier, aunque la coordinadora de la Mesa de Refugiados, Nidia Martínez, no es tan optimista.
“En este tipo de encuentros los gobernantes suelen hacer propuestas con intención de quedar bien”, dijo.
La política represiva contra los migrantes, las devoluciones masivas y sumarias y la tendencia a “criminalizar” al indocumentado son prácticas que, según Martínez, contradicen lo dicho por el Presidente.
“Lo que tenemos que hacer es armar una comisión para levantar ese gran censo”, agregó Martínez, pero también efectuar reformas legales y declarar una moratoria para que todos los indocumentados pongan en orden sus papeles.
Martínez resaltó que no sólo se trata de colombianos, porque “aquí también tenemos un gran problema con los chinos, dominicanos y haitianos”, entre otros.
Se desconoce si este censo incluirá a los protegidos temporales humanitarios que están en Darién desde 1999 —luego de la toma guerrillera del poblado colombiano de Juradó—, pero Nelson Perea, colombiano con 45 años de residir en esa provincia y padre de tres hijos panameños, dijo que la regularización les sería de gran beneficio.
(Con información de Isabel Castro P.)
