Las críticas no se hicieron esperar. Sectores de la sociedad cuestionaron la compra directa que realizó la Presidencia a la empresa Nevis Island, S.A. [licorería La Fiesta] entre agosto y noviembre de 2009, cuando Alfredo Prieto, secretario de Comunicación del Estado, era su representante legal.
“Este gobierno ha demostrado un irrespeto al orden constitucional, mucho menos tiene en cuenta lo que es el conflicto de intereses”, dijo el presidente del Partido Popular, Milton Henríquez.
Agregó que esta administración no ha respetado las normas de comportamiento ético gubernamental. “Si no respeta eso, de ahí para abajo qué se puede esperar”, dijo.
Para Aurelia Marín, presidenta del Colegio Nacional de Periodistas, es inapropiado que un funcionario, especialmente el jefe de prensa de la Presidencia, haga negocios con la institución en la que trabaja.
Este diario publicó ayer que Prieto se convirtió en suplidor de botellas de whisky, vinos, vodka, rones, seco y cervezas a la Presidencia, a través de Nevis Island.
Roberto Henríquez, vicepresidente de Cambio Democrático y ministro de Comercio e Industrias, prefirió guardar distancia de este tema y dijo que no tenía comentarios. Ricardo Quijano, viceministro de Comercio Interior, tampoco quiso hablar de estas compras directas tras alegar “que lo desconozco”.
El secretario del Consejo Nacional de Transparencia contra la Corrupción, Fernando Núñez Fábrega, tampoco respondió.
Este diario solicitó a la oficina de relaciones públicas de la Presidencia información sobre las compras de licores que realizó el ex mandatario Martín Torrijos, pero Prieto informó que su oficina tiene más de 30 mil solicitudes pendientes de todo los medios del país. “Si acaso hay 400 periodistas activos en el país”, dijo. Es decir que cada uno de ellos habría hecho 75 solicitudes.