El Gobierno de Venezuela rompió ayer jueves relaciones con el de Colombia porque lo acusó de “tolerar la presencia de guerrilleros de ese país en su territorio”, en una crisis que según el presidente Hugo Chávez conlleva el “riesgo de guerra”.
La ruptura, punto culminante de una conflictividad constante en los últimos años entre los gobiernos de Chávez y su colega saliente de Colombia, Álvaro Uribe, fue anunciada por el mandatario venezolano en un evento en el que daba la bienvenida al astro del fútbol argentino Diego Armando Maradona, quien lamentó la crisis entre los dos países, y comentó que “el pueblo colombiano no tiene culpa”.
La decisión del presidente Chávez causó preocupación en el continente, y generó ofertas de intermediación y llamados al diálogo.
Chávez hizo el anuncio y habló del “riesgo de guerra” después de que el gobierno de Uribe reiteró sus acusaciones, similares a otras que hizo en el pasado, en una presentación ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington, que la delegación de Caracas rechazó.
El embajador de Colombia ante la OEA, Luis Alfonso Hoyos, pidió al organismo que cree una comisión internacional que verifique en 30 días la presencia de las guerrillas en Venezuela.
Por su parte, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, pidió que ambos gobiernos retomen el diálogo y bajen la tensión.
La ruptura de relaciones tomó al presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, en México, punto de partida de una gira latinoamericana que debe traerlo hoy a Panamá.
Haciendo gala de su habilidad diplomática, Santos respondió a todo el que le preguntó sobre el tema, que la “mejor contribución es no pronunciarnos”.
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