China celebra su 69 aniversario y su nueva relación con Panamá



No hubo dragones. El inicio de la celebración de los 69 años de fundación de la República Popular China en Panamá tuvo como telón de fondo un concierto de música tradicional china y, como símbolo de hermandad, una presentación del coro del Centro Cultural Sun Yat-Sen.

Música china y panameña fue interpretada por ambos grupos como antesala al acto formal.

Unas 200 personas asistieron, entre miembros del cuerpo diplomático, funcionarios del gobierno y de la comunidad china en Panamá.

Los himnos de las dos naciones fueron interpretados por el coro del Instituto Cultural, acompañados por la banda de música del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Panamá. Había vino y comida.

Lo protocolar

“En una fiesta como esta, a uno le incumbe presentar los éxitos obtenidos por su país en su perseverante y tesonero esfuerzo por elevar el nivel de su desarrollo socio-económico doméstico, así como su posicionamiento internacional. Pero me pregunto: ¿Qué es país sino su gente? ¿Qué es éxito socio-económico sino medido por el único rasero válido según el presidente chino Xi Jinping, que es el grado de satisfacción de todos y cada uno de sus ciudadanos con su vida?”, manifestó el anfitrión de la noche, el embajador Wei Qiang.

Acto seguido, por medio de un video presentó los casos de cuatro mujeres que gracias a su esfuerzo y el apoyo del programa de alivio de la pobreza del gobierno han mejorado su calidad de vida, en algunos casos tras una mejora en sus ingresos, y en otros, porque tienen acceso a un programa de educación gratuita de 15 años. Así, se presentó a una anciana agricultora (Shi Pazhuan, de la provincia Hunan) que, junto a sus vecinos, incursiona en la producción de kiwi; de una comerciante tradicional que introduce a su villa al e-commerce (Lou Wen’e, de Xiabu en la provincia de Hebei); de la joven Yama Shozom, que asiste a un internado en el distrito Garze, en la provincia de Sichuan (uno de los 12 mil centros de estudio que han construido desde 2013); y a otra estudiante (Hua Qi) que asiste a menudo con su padre a conciertos matinales gratuitos, de música de orquesta, en el Gran Teatro Nacional, también beneficiaria del plan educativo que impulsa el gobierno.



Estas historias personales, expresó el embajador Qiang, constituyen el verdadero rostro de la China contemporánea, una nación determinada a superar con trabajo duro y tecnología todo tipo de adversidades para que cada uno de los ciudadanos chinos tenga acceso a una vida “modestamente acomodada”.

El diplomático ha asegurado que gracias a la política de reforma y apertura impulsada desde 1978 China se ha encontrado con el camino de desarrollo más idóneo a sus propias circunstancias nacionales, lo que se ha dado en llamar el camino del socialismo con peculiaridades chinas. Se trata, ha explicado, de " un camino que ha permitido que el país en vías de desarrollo más grande y más poblado del mundo haya logrado en menos de medio siglo lo que quizás otros países se tuvieron que demorar varios siglos en conseguir, en términos del desarrollo socioeconómico".

Ese martes 25 de septiembre de 2018, en el pasillo que daba acceso al salón de celebración, había una muestra de las acciones emprendidas por China para el alivio de la pobreza. En una de las imágenes se apreciaba a una beneficiaria del programa de transferencia de dinero condicionada que fue lanzado junto a Unicef en provincias piloto en 2013. Se trata de un subsidio en efectivo de mil yuanes, a cambio de servicios médicos para la mujer elegida y su hijo. En otra, una foto de 2012 y otra de 2017, en la que se aprecia la construcción de una vía de asfalto para comunicar un pueblo con su escuela. Los niños debían bajar por una empinada vía en la que había una especie de escalera hecha con juncos.

Entre 2012 y 2017, asegura el gobierno chino, el número de personas que vivía por debajo del umbral de la pobreza se redujo en 68.53 millones. Y el objetivo es erradicarla para 2020. De acuerdo con la información oficial, en 2012 –cuando se puso en marcha la lucha contra la pobreza-, hasta el cierre de 2017, la pobreza había bajado de 10.2% a 3.1%. A pesar de ese logro, esta nación aún tiene al menos 30 millones de personas que viven en la pobreza, siempre según registros del gobierno.

El mensaje internacional

Y entonces fue momento para responder a las críticas que han resurgido desde el gobierno de Estados Unidos por la pérdida de apoyo a la República de China (Taiwán), a la que el gigante de Asia considera una provincia rebelde; luego de que en el último año y medio Panamá, República Dominicana y El Salvador rompieron relaciones con la isla y adoptaron la interpretación que la RPC da al concepto de una sola China.

El embajador Qiang no mencionó a Estados Unidos ni a su líder, pero no era necesario, estaba implícito. “En el rostro chino no hay arrogancia ni prepotencia ni afán hegemonista ni talante intervencionista, ni aún menos vocación pedagógica hacia otros países en cuanto al rumbo político, económico o diplomático a tomar (…)”, expresó.

Y agregó: “Si es válida la imagen de dragón como símbolo de China, se trata de un dragón humilde, amable, siempre respetuoso con todos los demás miembros de la comunidad internacional, de buena fe y sin pretensiones dañinas contra nadie. Nada que ver con ese otro dragón, todo furioso, echando fuego de la boca y extendiendo sus garras, abalanzándose sobre sus presas, que algunos insisten en creer y en hacer creer que es chino, aunque sin evidencia alguna que no sea puro invento o imaginación alucinada para sustentar semejante identificación”.

El representante de Xi en Panamá remarcó que a los 69 años de la República Popular China y 40 de reforma y apertura, China se mantiene constante y firme en una cosa: China permanecerá abierta, cada día más de par en par, al mundo exterior y seguirá contribuyendo a la paz y el desarrollo global, dedicándose a forjar una comunidad de destino de la humanidad.

La celebración por los 69 años de fundación continúa con una muestra de cine chino, que se desarrollará entre el 28 de septiembre y el 4 de octubre, en la Sala 2 de Cinépolis de Multiplaza. Una obra por día, a las 6:30 p.m.



Luego le correspondió dar su discurso a la viceministra encargada de Relaciones Exteriores de Panamá, Rebeca de Rojas. "El 1 de octubre de 1949 se proclama la República Popular China, momento en el cual se hace historia y se abre el camino para que el pueblo chino tome las riendas de su futuro, convirtiéndolo hoy por hoy en uno de los países líderes a nivel mundial", expresó.

Luego hizo un reconocimiento a los ciudadanos chinos en Panamá. Se refirió a ellos como "mujeres y hombres trabajadores y emprendedores que se han convertido en el pilar fundamental de nuestra economía y que forman parte de nuestra identidad nacional".  

Además, agradeció la ayuda en cooperación académica del gobierno chino, al otorgar becas de licenciatura, maestría y doctorados a más de 315 funcionarios panameños, y recordó las visitas de alto nivel tanto de funcionario de China como del Partido Comunista.

Un brindis recordando palabras del presidente panameño Juan Carlos Varela, cerró el acto. "(...) por un mundo mejor, donde reinen la unión, el diálogo, el consenso y la paz".

LAS MÁS LEÍDAS