“La libertad de expresión es uno de los más sagrados derechos que mantenemos los ciudadanos dentro de un sistema libre y democrático (...) Es una falta lamentable y grave que se hayan dado presiones y condenas a periodistas y profesionales de los medios de comunicación”.
Con esas palabras, el dirigente civilista Aurelio Barría Jr. recibió la medalla Carlos Guzmán Baúles, quien murió el 13 de septiembre de 1987 durante una manifestación de la Cruzada Civilista en San Miguelito.
En una cena empresarial organizada por el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), Barría también expresó su preocupación por la independencia de la administración de justicia y la violación a las libertades y los derechos de los ciudadanos.
Sobre este último punto, hizo referencia a la “indiferencia e inhumana actitud” de la Fuerza Pública tras los disturbios del pasado 9 de enero en el Centro de Cumplimiento de Menores, en Tocumen, que ya ha dejado un saldo de cinco muertos. “¿Qué clase de policías estamos entrenando y qué órdenes superiores se están impartiendo?”, se preguntó.
En su intervención, el dirigente civilista recordó las palabras que ofreció el 10 de febrero de 1987 en su toma de posesión como presidente de la Cámara de Comercio: “como ciudadanos, individualmente los empresarios, debemos luchar por una verdadera libertad, una justicia real, efectiva y balanceada y plena vigencia de los derechos humanos, dentro de gobiernos civiles respetuosos de la voluntad ciudadana. La pasividad, la indiferencia y la sumisión son faltas de responsabilidad ciudadana y jamás se han podido ligar con sentimientos de optimismo, esperanza, trabajo y superación”.
Anoche, Conep también reconoció al empresario Alfredo Maduro con la medalla Jorge M. Arias, en reconocimiento a la defensa y promoción de los principios de la libre empresa.