La Contraloría General de la República procederá a “examinar” la última licitación que realizó Tocumen, S.A., en la que dio en concesión por ocho años el negocio de los duty free de ropa en la terminal aérea.
El negocio de más de 5 millones de dólares anuales fue repartido de la siguiente manera: cuatro espacios para el grupo de empresas Ben Btesh, y un espacio para el consorcio Attenza del grupo Motta Internacional.
Sin embargo, las empresas Palacio del Casimir y Contemporary Corp., que representan la marcha Tommy Hilfiger para Latinoamérica, procedieron a demandar el acto público aduciendo que fueron descalificadas de la competencia de forma irregular y que hubo “favoritismo ilegal” de parte de los representantes de Tocumen, S.A.
El informe de evaluación de Tocumen, S.A. estableció que Palacio del Casimir y Contemporary Corp. no tenían cómo justificar la representación de la marca, desconociendo la documentación notariada en Nueva York, y que en los últimos siete años estas empresas han vendido ropa Tommy Hilfiger en esa terminal.
En una carta del 17 de julio, la Contraloría le notificó a la parte demandante que procederá a examinar esta licitación en ejercicio de su función fiscalizadora. Además, consideró que el acto administrativo “se encuentra suspendido” hasta que no se decida el amparo de garantías que presentó y que fue admitido por la Corte Suprema de Justicia. Este diario buscó la versión de Orcila de Constable, gerente de Tocumen, S.A., pero no hizo comentarios sobre el giro que ha dado este caso.