Representantes de diversas iglesias cristianas del país dieron ayer un espaldarazo de apoyo al arzobispo católico de Panamá, José Domingo Ulloa, quien el domingo criticó las intenciones del Gobierno de cambiar el día de descanso obligatorio.
El obispo Pablo Morales, de la Iglesia evangélica metodista y representante del Comité Ecuménico, enfatizó que, “como cristiano, es la decisión más absurda porque ese es nuestro día de celebración”.
Más allá del aspecto religioso, Morales señaló que el domingo es el único día de la semana “que tenemos para reunirnos en familia”.
En un país en el que se señala que la familia está en crisis, agregó, “¿cómo vamos a poner los intereses económicos por encima de los familiares y cristianos?”.
Algo similar dijo el pastor Manuel A. Ruiz, del Tabernáculo de la Fe: “El domingo debe respetarse como día de descanso para la familia. Es un exabrupto querer cambiarlo”.
El cambio del día libre es una de las opciones de reforma al Código Laboral que analiza el Gobierno. Aunque la ministra de Trabajo, Alma Cortés, ha dicho que este cambio no implicaría el desconocimiento del recargo que hoy está establecido por ley, también ha hecho hincapié en la necesidad de procurar reglas que mejoren la competitividad, la productividad y la atracción de nuevas inversiones.
Para Ruiz, esta postura es netamente laboral. “En la vida no todo es trabajo; la familia es primero”.
Para el sociólogo Raúl Leis, hay que considerar que la sociedad panameña está estructurada para que el domingo sea el espacio común. “El domingo es el espacio para el ocio, la recreación y el descanso”, explicó.
En una sociedad donde se dice que la familia está debilitada, agregó, “decir que el día libre obligatorio puede ser cualquiera... ¿Cuándo se convivirá entonces?”.
Por su parte, el economista Juan Jované, el argumento de la productividad y la competitividad es poco convincente, porque el país ha tenido altas tasas de crecimiento con el domingo libre y sus costos. “Es un absurdo”, señaló. Lo importante, agregó Leis, es entender que crecimiento económico no es lo mismo que desarrollo económico. “El crecimiento no puede convertirse en una visión absoluta. Los otros elementos, que implican calidad de vida, procuran un desarrollo integral”.