La investigación que realiza el Ministerio Público sobre lo sucedido el 9 de enero en el Centro de Cumplimiento de Tocumen, revela contradicciones sobre la responsabilidad por el uso de las bombas de gas lacrimógeno.
Alexander Gracia Morales, asistente del jefe de seguridad del citado Centro de Cumplimiento, contó que su directora, Iris Cedeño, “dio la orden a la Policía para que procediera con bombas lacrimógenas”.
Por su parte, la secretaria del Centro, Maribel Flores, declaró que el 9 de enero, Cedeño llegó a la cárcel “a eso de la 1:30 p.m. y ordenó que entraran [la Policía]”. Luego, añadió, “la policía tiró dos bombas lacrimógenas”.
Cedeño reconoce haber dado la orden a la Policía para actuar y controlar la situación de indisciplina que se estaba produciendo en el Centro, pero asegura que se limitó a pedir el uso de gas mostaza, no lacrimógeno.
“Yo le dije que procedieran a entrar. Me alejé y dije échenle gas pimienta y sáquenlos a todos. Entonces la policía entró tirando unos tubos color gris de 10 pulgadas que emanaban humo”, dijo, según consta en el expediente de la investigación en marcha.
Cedeño –que fue trasladada a otro puesto por la ministra de Gobierno, Roxana Méndez– fue acusada por la familia de una de las víctimas del incendio. El Ministerio Público no le ha formulado cargos.
Vea ‘La directora dio la orden’
