Las grabaciones de las intervenciones telefónicas autorizadas en el operativo encubierto seguido al ex fiscal Arquimedes Sáez, están extraviadas.
Las cintas son parte de las pruebas solicitadas por Sáez, que el mes pasado –cuatro años después de ser destituido– demandó a su ex jefa, la procuradora Ana Matilde Gómez, ante la Procuraduría de la Administración.
Precisamente ayer, el abogado del ex fiscal, Ángel Álvarez, denunció la pérdida de las cintas, en medio de la declaración jurada que rindió Miguel Zambrano en la Procuraduría de la Administración.
Zambrano fue la persona que, en 2005, denunció al entonces fiscal por el supuesto cobro de una coima de 2 mil dólares. Ayer declaró como testigo en el proceso que se instruye contra Gómez.
Pese a que su comparecencia había sido solicitada por Sáez, el testimonio de Zambrano no convenció al abogado del ex fiscal. Según Álvarez, Zambrano incurrió en varias contradicciones y dijo no recordar claramente si autorizó al Ministerio Público para que le interceptaran su teléfono, como parte del operativo encubierto que sirvió para detener y destituir a Sáez.
Rigoberto González, apoderado legal de Gómez, restó importancia a la denuncia sobre la desaparición de las cintas, alegando que en el expediente consta la transcripción textual de todas las grabaciones, que es lo que se toma en cuenta en el proceso.
Para González, tampoco hubo contradicción alguna en la declaración rendida por Zambrano. En ese sentido, afirmó que en la mayoría de los casos donde se interceptan los teléfonos, no se pide autorización escrita a las partes que integran la investigación.
Como parte de la querella contra Gómez, también declaró esta semana Carlos Smith, el supuesto intermediario en el cobro de la coima. Sáez dará su testimonio mañana viernes.
Por el caso del supuesto cobro de una coima, Sáez ha sido llamado a juicio por delito contra la administración pública y se encuentra libre bajo fianza. La audiencia empieza el 15 de diciembre.