Los “piedreros” tendrán que cambiar de casa. La vieja Renta 10, donde se resguardaban cada noche desde hace varios meses, fue derribada ayer por maquinaria pesada que no solo demolió el concreto, sino muchos años de historia.
Los últimos habitantes del edificio propiedad de la Caja de Seguro Social (CSS) salieron del lugar hace casi un año, y los indigentes se convirtieron en sus nuevos inquilinos.
Pero ayer, retroexcavadoras de la constructora Isis Herrera Mendoza S.A. –que ganó en una licitación el derecho a realizar los trabajos valorados en 134 mil dólares– comenzaron la demolición del inmueble.
El jefe del departamento de Bienes Raíces de la CSS, Edgar Rodríguez, explicó que luego de que el Cuerpo de Bomberos de Panamá declarara condenado el edificio, en 1998 –por representar un peligro para sus moradores–, se inició un plan de compensación económica a sus residentes.
El funcionario explicó que para lograr el desalojo de la Renta 10, se otorgó a las familias que mantenían contratos con la institución $3 mil, y a los que no tenían ningún tipo de relación contractual se les dieron $800.
Por ahora, la CSS “no tiene nada planificado con respecto a esos terrenos y analiza qué se va a hacer más adelante”, informó el subdirector nacional de Comunicaciones, César Iván Castillo.
