Destituyen a Rumba Alfaro



“La mujer del César no solamente tiene que serlo, sino aparentarlo”. Esa fue la respuesta del jefe del Ejecutivo, Ricardo Martinelli, cuando se le preguntó por qué le había solicitado la renuncia a Eduardo Rumba Alfaro, asesor de José Raúl Mulino, ministro de Gobierno y Justicia.

Mulino confirmó ayer que su asesor Alfaro había presentado su “renuncia” al cargo. No quiso revelar más detalles del caso.

La semana pasada, Alfaro estuvo en el centro de las críticas cuando el diputado oficialista Marcos González lo acusó de supuestas irregularidades ocurridas en los centros penitenciarios. En ese momento, Mulino defendió y respaldó a su asesor.

El pasado jueves, incluso, Mulino afirmó –en conferencia de prensa y acompañado de varios ministros y directores de entidades– que él estaba al tanto de todo lo que Eduardo Alfaro hacía, ya que tenía su autorización.

El diputado González acusó a Alfaro de reunirse con narcotraficantes y brindar tratos especiales a los detenidos. Pero Mulino respondió que esas reuniones con presos son coordinadas con los fiscales de las distintas causas. Esas reuniones, según Mulino, responden a “un trabajo que iba a repercutir en beneficio de una investigación delicada y la cual aún se mantiene en los estrados de la fiscalía”.

Solo un día después de las declaraciones de González, el procurador suplente, Giuseppe Bonissi, dijo que ya se adelantaba una investigación de oficio para esclarecer las denuncias.

Las molestias de Martinelli no se hicieron esperar. El Presidente de la República –y además presidente del partido Cambio Democrático (CD)– lanzó una advertencia. “El próximo diputado de la alianza que ventile sus problemas personales en público, mejor que se vaya del partido, y que se vaya para la oposición”. Inmediatamente González empezó a perder fuerza en CD. El pasado martes su grupo político en la Asamblea escogió a su colega Fernando Carrillo como jefe de bancada, un puesto al que él aspiraba.

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