Diálogo queda huérfano



El llamado a un diálogo por la libertad de expresión convocado por el presidente, Ricardo Martinelli, parece haber quedado huérfano porque hasta la fecha ninguno de los actores involucrados en el tema sabe cómo, cuándo, dónde y qué se planteará en este encuentro.

Lo último que se supo del diálogo fue el lunes pasado, cuando el Consejo Nacional de Periodismo reiteró su compromiso en la defensa de la libertad de expresión y reafirmó su anuencia de participar en la convocatoria. No obstante, el gremio hasta la fecha no ha recibido una invitación formal para acudir al diálogo.

En tanto, una fuente ligada a la Iglesia católica aclaró que el papel del arzobispo metropolitano, José Domingo Ulloa, es únicamente como mediador. Explicó que quien tiene que tomar la decisión de convocar a la reunión con fecha y lugar es el Presidente de la República, conjuntamente con los gremios periodísticos.

Sin embargo, recientemente, en una entrevista que se le hizo al mandatario, este dejó entrever que el diálogo está en manos de la Iglesia católica porque, “es Ulloa quien decide si ampliaría el marco de participación de representantes de medios en el diálogo”, agregó.

A juicio del fundador del diario La Prensa, I. Roberto Eisenmann Jr., la decisión que tomaron las organizaciones de periodistas, representadas en el Consejo Nacional de Periodismo, fue diáfana y clara al manifestar que “la libertad de expresión no puede estar sujeta a diálogo, acuerdos y componendas, porque es un principio básico”.

“Yo creo que el presidente Martinelli a lo mejor se ha dado cuenta de que el teatro de un diálogo por la libertad de expresión no va a tener ninguna consecuencia, y ahí ha quedado la cosa”, afirmó Eisenmann.

Por su parte, el secretario del Sindicato de Periodistas de Panamá, Filemón Medina, dijo que sobre libertad de expresión no hay nada que negociar, pero sí conversar acerca de los hechos que afectan el libre ejercicio del periodismo en el país.

LAS MÁS LEÍDAS