Las dos corrientes más fuertes dentro del Partido Revolucionario Democrático (PRD) se disputan por estos días 26 cargos clave dentro del complejo engranaje de este colectivo político, el más grande del país: 454 mil 410 miembros.
Se trata de dos fuerzas que buscan controlar el PRD antes de las elecciones generales de mayo de 2019. Una está dirigida por Pedro Miguel González, diputado y viejo militante del partido; y la otra comandada por el expresidente de la República Ernesto Pérez Balladares (1994-1999), que hasta hace un año mantuvo un bajo perfil. Ambos aspiran a ser el secretario general del PRD, máximo cargo del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido en una elección que se desarrollará este 30 de octubre.
El 31 de julio pasado, estas dos facciones midieron fuerzas por primera vez en la elección de 4 mil 200 delegados, un proceso previo a la renovación del CEN. Semanas antes, estas dos figuras, junto a sus equipos, caminaron por todo el país, tocaron puertas de casa en casa, subieron cerros, besaron niños... Es parte del cortejo a las bases perredistas, a los militantes de a pie, que ese día escogerían a delegados.
No hubo claro ganador ese 31 de julio. Sin embargo, cada facción – la de González, con su Movimiento Renovación y Rescate Torrijista, y la de Pérez Balladares, con el respaldo de la actual cúpula dirigida por el diputado Benicio Robinson- se adjudican una eventual victoria. Es decir, alegan tener la mayoría de los delegados.
Ahora vuelven a chocar en los congresillos que se desarrollan desde hace dos semanas y que concluyen el próximo 16 de octubre. En estas reuniones, que se efectúan en cada región del país, los 4 mil 200 delegados escogen a 26 presidentes del Consejo Directivo Nacional (CDN), una especie de “gerentes” que se encargan de velar por el partido en cada área de organización. “Ellos son muy importantes porque se reúnen dos veces por mes y deciden cosas tanto en lo administrativo como del partido”, dice Francisco Pachi Cárdenas, expresidente del PRD.
Hasta ayer, sábado, se habían elegido 12 CDN, y hoy, domingo, escogen a otros 3 en la provincia de Chiriquí. Restarían por seleccionar a 11.
CONTIENDA ESTRECHA
Los resultados en estos congresillos han estado reñidos, coinciden los miembros de cada corriente.
Un escenario muy diferente a lo que ocurrió en 2012, cuando en el proceso de renovación –tras la estrepitosa derrota del PRD en los comicios presidenciales de 2009- la denominada Ola Azul, de Juan Carlos Navarro, el candidato a presidente de la República en ese entonces, “arrasó” en los congresillos. Logró casi 20 presidentes de CDN de los 26, lo que le aseguró en el Congreso General el cargo de secretario general sin problemas, venciendo así al grupo Todos Contra Martinelli (Tocoma) de Pachi Cárdenas y Mitchell Doens.
Ahora, en 2016, las pugnas en el PRD aumentan de tono a medida que avanza el proceso. Pelean cada voto, en una dura contienda. “El resultado en los congresillos es lo que espera el Movimiento… pero aún no podemos cantar victoria”, reconoce Pedro Miguel González, quien ha estado presente en cada uno de los 12 procesos efectuados hasta el momento.
Benicio Robinson, en principio, fue cauteloso. “Es incorrecto adjudicarse delegados y CDN, ya que solo abre más brechas y todos somos valiosos”, dijo en Twitter el 16 de septiembre.
González, sin embargo, publicaba fotos en las redes sociales abrazado de los nuevos CDN con las manos en alto, en señal de victoria. Y no era para menos. De acuerdo con cálculos de ambos grupos, el Movimiento de Renovación llevaba una leve ventaja en los primeros comicios en los congresillos. Por ejemplo, en los primeros cuatro congresillos –Coclé, Veraguas, Herrera y Los Santos- este grupo se adjudicó los cuatro presidentes de CDN.
Fue entonces que Robinson y Pérez Balladares cambiaron de estrategia. Empezaron a celebrar sus victorias en las redes sociales. Este debut se dio con lo que ocurrió en Colón, Guna Yala y recientemente en Chiriquí. “¡Felicidades Roger CDN! Estoy orgulloso de tu liderazgo en Chiriquí 2, ahora a sumar a los demás compañeros”, dijo en su cuenta de Twitter Robinson, tras la elección de Roger Omar Atencio como CDN en Chiriquí.
El Movimiento de Renovación reconoció que Chiriquí es bastión de Robinson. De eso no hay duda. Por eso se prepara para los últimos congresillos de la provincia de Panamá, los más importantes. Serán ocho torneos cruciales.
VOTO CRUZADO
Pero tener de su lado el mayor número de CDN no garantiza que ganen un puesto dentro del CEN.
Sánchez Cárdenas explicó que los 4 mil 200 delegados son los encargados de escoger a los 26 CDN, y también serán los facultados para elegir a los 10 miembros del CEN. “Se puede dar que un delegado vote por su candidato a CDN, que sigue la línea de fulano. Y a la hora de escoger el candidato del CEN decide votar por la otra facción [que no es la del CDN]”, sostuvo.
Esto, agregó, es lo que se llama voto cruzado. Puede que el delegado que votó por el CDN que simpatiza con Pedro Miguel González, vote el próximo 30 de octubre por la nómina en la que figura Pérez Balladares. O al revés.
LA CACAREADA UNIDAD
Para el veterano político Menalco Solís, todo lo que por estos días ocurre en la calle por el control del PRD “es necesario y natural”. Cree que una vez superen este proceso, deberán enfrentar su más grande reto: la unidad.
Ese mensaje de ir unidos, incluso, lo pregonan casi al unísono los miembros del PRD en pugna: Pérez Balladares, Robinson, González y Camilo Alleyne, candidato a presidente del PRD. Igual lo repiten los diputados del PRD.
Sin embargo, a lo interno las puyas son directas. Acusan a seis diputados –Elías Castillo, Leandro Ávila, Rubén De León, Javier Ortega, Quibián Panay y González– de estar en acuerdos con el gobierno. De tener una “alianza política” con el presidente Juan Carlos Varela, del Partido Panameñista.
De León, por ejemplo, fue elegido presidente de la Asamblea por segunda ocasión consecutiva con los votos de la bancada panameñista y nueve votos de diputados del PRD.
Uno de los que cuestiona esta movida es, por supuesto, Pérez Balladares. “Esta coyuntura del 30 de octubre es la decisión final. Los delegados tienen la responsabilidad histórica de definir el futuro de este partido. Y el futuro es uno de dos caminos: o nos reorganizamos sobre nuestras bases originales, como un partido de oposición, o por el contrario, seguimos por el camino de los ‘ninis’, que no somos ni oposición ni gobierno. Que tenemos una especie de entendimiento en la Asamblea con los arnulfistas [Panameñista] que en mi concepto nos llevaría a un fracaso electoral tremendo en 2019”, aseguró.
González responde. Dice que es “un argumento que no tiene otro propósito que desacreditar el esfuerzo que estamos haciendo” de renovar el partido.
COSTO
Para estas elecciones internas, el PRD estima que gastará unos 2 millones de dólares. Darisnel Espino, uno de los encargados de la administración financiera del PRD, sostuvo que el proceso se ha desarrollado por el momento sin muchos contratiempos.
Una vez se concluyan los congresillos empezarán con la organización del Congreso, que se desarrollaría en el centro de convención Figali, en Amador.