El fiscal general electoral Eduardo Peñaloza regresó la mañana de este martes, 17 de marzo, a su puesto.Explicó que decidió suspender sus vacaciones –de cuatro meses– luego de lo acontecido ayer, cuando –entre forcejeos– Ceila Peñalba, fiscal suplente, asumiera el control de las oficinas.
“No era la forma adecuada para que se posesionara del cargo”, dijo Peñaloza. “Se tomó por la fuerza… esto no puede ser”, añadió.
Peñaloza, según una resolución de la Fiscalía, se acogió a vacaciones desde 16 de enero hasta el próximo 15 de mayo. En aquel momento anunció que tomaba vacaciones para asumir su defensa ante dos denuncias que existen en su contra ante el Ministerio Público.
Una denuncia fue presentada por Carlos Rubio, vicepresidente del Partido Popular, y la otra el Colegio Nacional de Abogados, por abuso de autoridad e incumplimiento de sus funciones.
Sin embargo, en la mañana de hoy –en entrevista a Telemetro– Peñaloza dijo que se había separado de la institución para resolver "asuntos personales".
El pasado viernes 13 de marzo, en declaraciones a La Prensa, indicó que todo este tiempo había permanecido en Panamá Oeste.
SU RETORNO A LA ENTIDAD
A su llegada a la sede de la fiscalía, a eso de las 8:00 a.m., Peñaloza dijo que evaluará las acciones legales que interpondrá para que se determine si hubo o no un delito, luego de que Peñalba fuese juramentada ayer en su oficina. Estuvo acompañado de José Félix González, a quien había dejado encargado en sus vacaciones y que ayer mismo debió abandonar la sede de la fiscalía.Peñaloza describió lo sucedido como un “asalto a la Fiscalía Electoral” y “un atentado a la institucionalidad”. Sin embargo, dijo que estaba dispuesto a conversar hoy mismo con Peñalba. "Yo no tengo nada que esconder", comentó.
LA FISCAL SUPLENTE
Tal y como había previsto, Peñalba llegó a las 10:00 a.m. de hoy para conversar con el fiscal electoral, pues ya no puede ejercer el control de la institución pese a que ayer tomara el cargo durante un accidentado acto.
"No se trata de quién gana y quién pierde aquí, solo cumplo con lo que dice la Constitución", explicó Peñalba, casi en tono molesto, por las amenazas que diera ayer José Félix González.
González, en entrevista al noticiero nocturno de Telemetro, denunció que le habían sacado del despacho de la fiscalía y obligado a firmar un documento en el cual le traspasaba el mando a Peñalba.
Incluso amenazó con demandar a la notaria Norma Marlenis Velasco por supuestamente haber presentado una declaración notarial para que se retirara y entregara las oficinas."Eso es totalmente falso", respondió Peñalba. Contó que ya desde el domingo había acordado previamente una transición sin complicaciones, y que él se regresaría a su puesto como fiscal electoral en la provincia de Chiriquí.
Incluso, reveló que fue el propio González quien propuso que se estableciera en un documento que ella quedaría a cargo, puesto que "me dijo que la Fiscalía estaba prácticamente paralizada" porque la Contraloría General de la República no le reconocía la firma.
Por ello, dijo Peñalba, se redactó la declaración notarial "en una firma de abogados" en "concordancia con él". Sin embargo, el acuerdo se complicó luego de que el lunes 16 de marzo, a eso de las 11:50 a.m. llegara Peñalba junto a directivos del Colegio Nacional de Abogados, entre ellos su presidente José Alberto Álvarez.
El ambiente se puso tenso cuando González, luego de saludar y permitir la entrada exclusiva a Peñalba a la institución, le cerrara abruptamente el paso a Álvarez. Hubo empujones, gritos y amenazas.
Tras la mediación de algunos miembros del CNA, los asistentes y el fiscal encargado acordaron subir el despacho.
Como el acuerdo previo, que incluía la firma del declaración notarial, se había caído, la fiscal suplente y los miembros del CNA acordaron llamar a la notaria Norma Marlenis Velasco para que diera fe del ingreso de Peñalba. En tanto, al mediodía acabó la reunión entre Peñaloza y Peñalba. Esta última dijo que se acordó pedir que se haga una auditoría a la Fiscalía General Electoral. "Ya salgo de escena", anunció Peñalba, toda vez que el principal en el cargo suspendiera sus vacaciones.
(Con datos de Aminta Bustamante)