En cualquier momento llegará al país la resolución del Vaticano con el nombramiento del sucesor del arzobispo de la Arquidiócesis de Panamá, Dimas Cedeño.
Uno de los obispos que había sido incluido en la lista de posibles sucesores de Cedeño, descartó que quiera ocupar ese puesto. Se trata del obispo auxiliar de San Pedro Sula, en Honduras, Rómulo Emiliani.
“No tengo ningún deseo, no aspiro ni espero ser nombrado arzobispo de la Arquidiócesis de Panamá. No me ha pasado por la mente esa posibilidad, y creo que Roma tampoco lo está pensando”, aseguró el religioso en una entrevista vía correo electrónico con este diario.
De hecho, dijo que en sus planes nunca estuvo ser obispo. Asegura que siempre tuvo clara su misión: predicar la Palabra. “Roma decidió nombrarme como tal y obedecí después de poner una cierta y respetuosa resistencia a esa elección”, señaló.
No obstante, el fundador de Nutre Hogar dice que el perfil del sucesor del máximo jerarca de la Iglesia católica en Panamá debe reunir lo siguiente: estar muy cerca de los miembros de su clero, ser un padre para ellos, y ayudarlos en todo.
“Debe tener las puertas de su despacho y su casa abiertas a todo sacerdote”, expresó. No reveló nombres de quiénes podrían reunir este perfil. “No es mi tarea”, dijo.
Emiliani, obispo que ejerce el episcopado en San Pedro Sula desde 2002, había sido mencionado como posible sucesor de Cedeño, junto a Julio César Terán Dutari, obispo de la ciudad de Ibarra, Ecuador, y Mario Alberto Molina Palma, obispo de El Quiché, Guatemala.
Cedeño, quien cumplió 75 años en 2008, envió su renuncia al papa Benedicto XVI, hace justamente un año. El derecho canónico estipula que una vez los obispos diocesanos cumplen 75 años, deben renunciar.
El pasado 2 de mayo, el papa Benedicto XVI nombró a Aníbal Saldaña Santamaría como obispo de Bocas del Toro. Saldaña, oriundo de Puerto Armuelles, pertenece a la congregación de los Agustinos Recoletos.