Diputados de la Asamblea Nacional poco a poco llegan al pleno legislativo, en medio de la expectativa ciudadana sobre si se retoma o no el debate del proyecto de ley para reformar la Constitución. Diputados de la oficialista bancada del Partido Revolucionario Democrático (PRD), del partido Cambio Democrático (CD) y del Partido Panameñista, estuvieron reunidos a puertas cerradas hasta las 6 p.m. El plato fuerte fueron las reformas.
Cuando eran as 5:30 p.m. se escucharon gritos, e insultos en el salón donde se llevaba a cabo la reunión. El hecho provocó que personal de seguridad del palacio Justo Arosemena se desplazara hasta el salón donde se desarrollaba la cita. Extraoficialmente se conoció que hubo una acalorada discusión entre los perredistas Raúl Pineda y Zulay Rodríguez.
A las 6 p.m. el diputado perredista Leandro Ávila llegó a su curul en el hemiciclo Legislativo. Se le veía alterado y cansado. Hablaba con algunos diputados que estaban en el área, entre ellos el independiente Juan Diego Vásquez, Leopoldo Benedetti, de CD; y con su copartidario Bernardino González.
Más adelante llegaron al pleno el presidente de la Asamblea Marcos Castillero, Crispiano Adames, Roberto Ábrego, y otros.
Punto muerto
Empantanada. Así está la negociación en las entrañas de la bancada oficialista por el debate a la columna vertebral de las reformas constitucionales: los cambios a los órganos Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
Si hace una semana había importantes disensos, ahora hay más. El tema de la reelección de los diputados es uno de los puntos álgidos.
Varios diputados perredés, como Crispiano Adames, Zulay Rodríguez, Kayra Harding, Roberto Ábrego, Benicio Robinson y Raúl Pineda, no están dispuestos a que se les limite la reelección. Este mismo grupo de diputados incluso está dispuestos a no avalar otras propuestas que están en el proyecto de ley que presentó el Ejecutivo (elaborado por el Consejo de la Concertación Nacional para el Desarrollo).
En otras palabras, le darían la espalda a la iniciativa legislativa que presentó la Presidencia de la República para cambiar la Constitución.
Actualmente, los diputados son investigados y procesados por la Corte Suprema de Justicia, que designa a un magistrado como fiscal y a otro como juez de garantías. La propuesta de reforma del Consejo de la Concertación (y que presentó el Ejecutivo) señala que los diputados serán investigados por el Procurador General de la Nación, y enjuiciados ante el Tribunal Constitucional, otro entre creado en el paquete de reformas.
Al igual que hoy martes, los gritos, los reclamos, y las amenazas, dominaron la reunión de este lunes 21 de octubre.
Pineda, de acuerdo a fuentes de la bancada, casi se va a golpes con uno de sus copartidarios.
Robinson, que es el presidente del PRD, se había mostrado indiferente a los debates, pero este lunes reapareció a "tirar línea".
Pedro Miguel González, exdiputado y actual secretario general del PRD, ha ejercido como mediador de las reuniones.
No solo los oficialistas están en contra de la no reelección.
Diputados de Cambio Democrático (CD) también se oponen. Tampoco favorecen la creación de un Consejo de la Judicatura, entre otros.
Crear un Consejo de la Judicatura para nombrar a los magistrados del pleno de la Corte Suprema de Justicia es una de las opciones que tienen los diputados para reformas la justicia. Está en el paquete de propuestas al segundo bloques que empezaron a debatir el pasado viernes en la tarde.
En lo que sí parecen estar dispuestos los diputados es a eliminar los artículos que aprobaron en el primer bloque, que afectan el rol de la Universidad de Panamá, como fiscalizador de las universidades particulares.
Mientras tanto, en la Presidencia de la República, la posibilidad de llamar a una constituyente toma fuerza.
Una nueva Constitución para el país es una de las promesas de campaña de Laurentino Cortizo, quien en varias oportunidades ha dicho que si la Asamblea Nacional no aprueba las reformas constituciones para luego ir a un referéndum, no tendrá problemas en llamar a una constituyente.