El Comité de Pacientes y Familiares por el Derecho a la Salud y la Vida espera que el Gobierno les reconozca el costo de un tratamiento natural ofrecido por una organización denominada Natural Solutions Foundation (NSF).
Daniel Sarmiento, vocero del comité, explicó que la propuesta fue presentada la semana pasada al ministro de Salud, Franklin Vergara, aunque el funcionario dijo ayer a medios televisivos que “desconoce el contenido de la propuesta en su totalidad”.
Sarmiento detalló que se trata de un “proyecto de desintoxicación” para los envenenados con dietilene glycol, que tendría una duración de seis meses, costaría 410 mil dólares y beneficiaría a 25 personas.
Las denuncias por supuesto envenenamiento que maneja el aparato judicial superan las 2 mil.
Iris Rodríguez, una de las afectadas por el compuesto industrial, agregó que sí tienen esperanza en este tratamiento porque la medicina “no ha logrado sacarnos este veneno del cuerpo”.
Los medicamentos que reciben de la Caja de Seguro Social –entidad que fabricó los productos adulterados– “ya no nos sirven ni para el dolor. Tal vez otros remedios nos puedan ayudar...”.
Mahabir Gupta, experto en investigación de plantas medicinales de la Universidad de Panamá (UP), señaló que para determinar la efectividad del tratamiento tendría que verse qué contiene el producto ofrecido.
“Como científico, no podría dar fe de algo que no ha sido comprobado”.
La directora del Herbario de la UP, Mireya Correa, dijo algo similar: “Para empezar, habría que averiguar qué plantas son”.
De todas formas, ambos científicos señalaron que era poco probable o bastante difícil que tratamientos naturales “curen” a los envenenados.
En su página de internet (www.healthfreedomusa.org), la Natural Solutions Foundation se vende como una organización sin fines de lucro que “descubre, desarrolla, documenta, demuestra y disemina soluciones naturales” para fortalecer la salud y la libertad.
Creada en 2004 y dirigida por el militar retirado Albert Stubblebine III y la doctora Rima E. Laibow, la fundación plantea que los médicos se ven forzados a seguir tratamientos para enfermedades que “podrían ser tratadas de otras maneras”, debido a las normas médicas y de salud vigentes.
En Panamá, la NSF se ha establecido en Volcán, Chiriquí. Según la información de internet, tienen dos acres de terreno para el “Centro de Soluciones Naturales”, y otras 22 para la siembra de café orgánico. La organización, además, administra el restaurante Valley of the Moon, y los recursos para su funcionamiento los capta a través de donaciones.
Se llamó a Rima E. Laibow, y su asistente Segmund Montero informó que “estaba un poquito ocupada” y que devolvería la llamada “antes de finalizar el día”.