Escáneres de $24 millones nunca fueron instalados

Escáneres de $24 millones nunca fueron instalados


Todos los puestos de control aduanero de Panamá debían estar equipados para esta fecha con escáneres, en lo que se llamó en el pasado gobierno de Martín Torrijos, el plan de modernización de la Autoridad Nacional de Aduanas.

El objetivo era reforzar con tecnología las medidas de control contra el contrabando y el narcotráfico.

Desde Guabito, en Bocas del Toro, hasta el puerto de Cristóbal, en Colón, la aduana panameña debería estar operando con rayos X. Pero el sueño de elevar a Panamá a los estándares de la Organización Mundial de Aduanas (OMA) no se cumplió.

Por el contrario, se perdieron millones de dólares por los que ahora nadie responde, y el combate del contrabando solo depende, en la mayoría de los sitios aduaneros, del manoseo o “revisión intrusiva” de parte de los agentes de la Autoridad Nacional de Aduanas (ANA). Es decir, como en los viejos tiempos.

Todo empezó el 3 de diciembre de 2007, cuando la antigua Dirección General de Aduanas adjudicó de manera directa a la empresa china Nuctech Company Limited la compra de nueve escáneres a un costo de 24 millones de dólares.

Se trató de un proceso que generó muchas dudas, pues al acto de licitación sólo llegó una empresa, pero la Contraloría nunca investigó.

Hoy día ninguno de estos escáneres ha sido instalado. Por el contrario, los equipos se empezaron a dañar antes de ponerse a operar.

La actual jefa de la Autoridad Nacional de Aduanas (ANA), Gloria Moreno de López, confirmó que varios de estos escáneres no están en buenas condiciones y que ninguno se encuentra en operación.

Entre los documentos que dejó la administración pasada se encontraron notas que afirmaban que de los nueve escáneres que estaban dejándole al gobierno de Ricardo Martinelli, se logró instalar el primer equipo en el puesto de control de Guabalá, en Chiriquí.

“Pero cuando hicimos la visita nos dimos cuenta de que había sido una inauguración simulada, nada más para el corte de cinta”, dijo Moreno. El escáner de Guabalá nunca entró en operación.

Tras ello, de López dio la orden de poner en funcionamiento este equipo en septiembre de 2009, pero tres meses después quedó fuera de servicio por daños mecánicos. La misma suerte corrieron otros equipos que ni siquiera salieron del almacén de la ANA.

La Prensa trató de ubicar a la directora de Aduanas en la administración Torrijos, Vilma de Luca en su oficina privada, por teléfono y vía electrónica, y no pudo conseguir su versión.

Frank Lecondre, un técnico enviado por la OMA a solicitud de Panamá, ya presentó un informe sobre el estado de los escáneres chinos. La ANA evitó revelar el resultado de este informe hasta que sea de conocimiento del Palacio de las Garzas, aunque de López se adelantó a decir que algunos de los equipos no están en buenas condiciones para ser instalados.

“Por el momento estamos controlando el paso de mercancía en Panamá por medio de la revisión intrusiva”, agregó la jefa de la ANA.

Este medio también buscó una versión de Nuctech Company, a través de sus dos sucursales en Latinoamérica (Venezuela y Argentina), pero los números anunciados en su páginas web ya no están operativos. Sin embargo, el sitio electrónico de la empresa sí tiene información básica de los equipos que vendieron a Panamá.

Allí se detalla que los equipos comprados por Panamá son escáneres portátiles que están entre los más económicos que ellos comercializan.

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