Ante la inminente suspensión del cargo de la procuradora de la Nación, Ana Matilde Gómez, fiscales y funcionarios administrativos del Ministerio Público (MP) decidieron renunciar a sus cargos o ponerlos a disposición, informaron fuentes de esa institución y algunos de los propios protagonistas.
Entre los que han renunciado están los fiscales superiores James Bernard y Eduardo Guevara. Ambos confirmaron a este diario su decisión. Guevara explicó que su renuncia es irrevocable, una vez culminen sus vacaciones, en febrero.
Otros que analizan tomar acciones similares son Franklin Amaya y Ramiro Esquivel, fiscales cuarto superior y de propiedad intelectual.
La suspensión de Gómez también ha tenido efecto en el personal administrativo.
Kenya Purcel, subsecretaria general del MP, informó que renunciará. El miércoles, el secretario general Rigoberto González dijo que se iba, en apoyo a Gómez.
Gioconda Emiliani, secretaria de Comunicaciones, y Juan Herrera, jefe de la seguridad particular, no descartan hacer lo propio, según una fuente consultada.
En tanto, el fiscal auxiliar, Luis Martínez, quien fue designado por Gómez como “encargado” de su despacho hasta que concluyan las investigaciones en su contra, dijo que esperará a ver cómo se susciten los hechos en el MP para tomar una decisión sobre su futuro.
Una fuente contó, además, que a González se le dijo que Giovany Olmos –a quien Gómez destituyó como fiscal ambiental– lo reemplazará como secretario general.
Por otra parte, el procurador suplente Giuseppe Bonissi dijo ayer que el ex procurador Jorge Ramón Valdés será su asesor.
Sin sorpresas, la Asamblea ratifica a Giuseppe BonissiCon el conocido sistema de manotazo, y en un abrir de ojos, la bancada oficialista de la Asamblea Nacional ratificó anoche a Giuseppe Amadeo Bonissi como procurador suplente de la Nación, pese a las advertencias de que se está violando la Constitución, hechas por la bancada de oposición, por juristas independientes y por sectores de la sociedad civil.
En el pleno fue notoria la ausencia de diputados panameñistas como José Blandón, José Luis Varela y Alcibiades Vásquez. Cuando el presidente del debate, Noriel Salerno, anunció que se votaría, el perredista Leandro Ávila pidió la palabra. Salerno se la negó, alegando que no estaba anotado en la lista. Ávila corrió al puesto de Salerno gritando: “¡abuso! ¡abuso! ¡abuso!”, pero la aplanadora oficialista ya había decidido ratificar al designado del presidente Ricardo Martinelli.
