China ha sido el receptor número uno de generosas donaciones, y muchos acaudalados extranjeros destinan sus dádivas benefactoras al gigante oriental. Tan solo el año pasado recibió más de 3 mil millones de dólares, según el Centro de Información de Caridad de China.
Sin embargo, esa tendencia está cambiando gracias al actual esplendor económico en el que miles de ciudadanos de China viven y ganan como magnates, pero que también tienen la sensibilidad social de ciertos capitalistas occidentales.
Los empresarios chinos se están rebelando contra la máxima de Confucio, de que la familia es primero y el país después.
El representante de este fenómeno es Chen Guangbiao, de 42 años y presidente de la empresa de energías renovables Jiangsu Huangpu Recycling Resources Utilisation. Fue él quien removió los cimientos del socialismo paternalista chino que rigió durante 70 años.
La donación generosa del empresario y su rápido accionar para conseguir equipos de rescate mitigaron los efectos devastadores de los terremotos que estremecieron al país en 2008, ocurridos en la provincia de Sichuan, y el de abril pasado en el distrito tibetano de Yushu, provincia de Qinghai.
También fue Guangbiao el primero en decir “presente” a la invitación a cenar formulada por Bill Gates y Warren Buffett a 50 empresarios chinos. La convocatoria busca seducir a los invitados para que destinen la mitad de sus fortunas a la beneficencia. La cita será el próximo 29 de septiembre.
Otro potentado chino que estará en la cumbre de la caridad es Yu Pengnian, de 88 años y genio de los negocios que desde la miseria construyó un imperio inmobiliario con activos de mil 200 millones de dólares. Esta suma de dinero la donará en su totalidad –él, lo promete– a causas sociales.
La razón de Pengnian, según afirmó al diario China Daily, es esta: “No dejaré mi fortuna a mis hijos. Si ellos son más capaces que yo, no es necesario que les deje un montón de dinero. Si son incompetentes, tener mucho dinero solo los perjudicará”.
La lista de quienes confirmaron su asistencia se detiene con Guangbiao y Pengnian. Como se dice en buen panameño, los otros 48 millonarios chifearon a Gates y a Buffett. Al parecer la reunión ha sido torpedeada por el Partido Comunista Chino y algunos sectores económicos de Europa. Sin haber hecho un pronunciamiento oficial, el representativo político ve con desconfianza que las iniciativas gubernamentales sean llevadas a cabo por los particulares. Los portavoces europeos, por su parte, sienten frustración de ver a América y Asia hablar de fabulosas sumas de dinero, tan necesarias en España y Grecia.
Más allá de la celebración de la cita de la próxima semana, el trasfondo del fenómeno es el encuentro de dos extremos económicos que deja en claro la efectividad de ambos. En China existen 300 mil habitantes con fortunas superiores a 10 millones de yuanes (mil 460 millones de dólares). Junto con Estados Unidos, es el país que aglutina el mayor número de adinerados. El uno capitalista, el otro comunista; a Estados Unidos le tomó dos centurias liderar la lista de los millonarios, mientras que el gigante asiático lo logró en dos décadas.