El fiscal primero de Drogas, Javier Caraballo, dijo no saber nada sobre la supuesta reunión que se dio a finales de 2010 entre el entonces procurador Giuseppe Bonissi y agentes de la DEA en Panamá, en la que estos habrían alertado sobre la liberación irregular de cuatro supuestos narcos en Azuero, dato que dio paso al llamado “narcoescándalo” en el Ministerio Público (MP).
Así respondió Caraballo a una de las preguntas que le hizo la Fiscalía Auxiliar dentro de las sumarias de este caso, en el que están imputados la exsecretaria general del MP y actual fiscal superior de Chiriquí Nedelka Díaz; su hijo Ángel Castillo; la exjefa de Recursos Humanos del MP Eva Lorentz; la exfiscal de Drogas de Azuero Milagros Valdés; el abogado Alcibiades Ballesteros; y los cuatro supuestos narcos.
Según Caraballo, para la fecha en que ocurrió la reunión, en noviembre, estaba de viaje. Además, afirmó que tampoco fue avisado sobre la alerta de la DEA y que supo del caso tras la liberación de los supuestos narcos.
Valdés, señalada como responsable de la liberación de los sospechosos, declaró el 15 y 16 de diciembre de 2010 que en el MP había una red de corrupción implicada en el caso y dio los nombres de los demás imputados. Luego, en abril pasado, se retractó y dijo que Caraballo la coaccionó. El fiscal es objeto de una investigación.