Formación con sabor a clientelismo oficial



A punto de cumplir dos años en el poder, el gobierno de Ricardo Martinelli ha invertido unos $21 millones en capacitar a 27 mil jóvenes panameños para que logren insertarse en el dinámico mercado laboral, a través del programa “Mi primer empleo”, a cargo de la ministra de Trabajo, Alma Cortés.

Sin embargo, el hecho de que solo 5 mil chicos capacitados encontraron trabajos en 2010 –según estadísticas del Ministerio de Trabajo–, así como la ausencia de información de la Contraloría que permita saber con certeza el impacto del programa, arroja dudas sobre su eficacia e intención.

Empresas creadas poco tiempo antes de ser contratadas por el Ministerio de Trabajo, nombres que se repiten en las juntas directivas, abogados vinculados por lazos familiares o actividades profesionales con la ministra Cortés y que aparecen en la documentación de las citadas empresas, son algunas de las características de las sociedades que han participado en las licitaciones y obtenido contratos del programa “Mi primer empleo”.

La mayoría de estas sociedades no tiene experiencia en capacitación o formación de personal, y sus oficinas están ubicadas en residencias personales, o en un mismo lugar.

En algunos casos, incluso, quienes concursaron para ganarse alguno de los contratos como parte de un grupo empresarial, también probaron suerte en solitario.

Es el caso de Eduardo Arturo Thomas y Adalberto Lorenzo Arnáez, quienes también fueron contratados por el programa “Mi primer empleo” a título personal.

Thomas recibió en marzo pasado un contrato por $171 mil 600 para dictar el curso “Turismo especializado en inglés”.

Su propuesta fue seleccionada, pese a que superó en $23 mil las de otros dos ofertantes con instalaciones propias. Entre los requisitos que aportó hay un aviso de operación en el que se señala que representa a Consultores Nueva Generación y que opera en una residencia en la urbanización La Gloria.

Este diario intentó entrevistar a Thomas para saber de su experiencia y obtener datos acerca de las capacitaciones impartidas, pero no fue posible.

Lorenzo Arnáez, por su parte, recibió un contrato por $170 mil 688 para formar a 240 promotores turísticos. Su propuesta superó en $20 mil la de otros dos ofertantes y fue seleccionada, pese a que entregó un aviso de operación en el que se señala que representa a Servicios de Embobinados.

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