Gonzalo Moncada, el abogado de Alejandro Moncada Luna y de Giacomo Tamburrelli, se enfrenta al Knockout explicando (o tratando de explicar) la relación de odio a amor con su primo y confesando a cambio de qué obtuvo una embajada con Martín Torrijos.
¿Un buen abogado acepta cualquier caso o solo los que cree correctos?
Solo los que creo correctos y merecen la defensa.
¿Cómo defiende a su primo, si según usted él manchaba el apellido? ¿Notoriedad o la calle está dura?
No cobro. Lo critiqué porque creo que hacía mal. Me identifico con el caído… y es mi primo.
Usted decía que él lo amenazó, que no era apto para el cargo, que era arbitrario, que había defendido a un narco... Hasta protestó pidiendo su renuncia.
Lo sostengo y me reitero.
Y lo denunció dos veces por abuso de autoridad y extralimitación de funciones. ¿Qué le picó entonces?
Sí, tuvo muchos errores. Moncada [Luna] era un tipo arrogante, un obediente de Martinelli. Es arrogante.
Pero lo defiende… ¿Le tiene lastimita o cree en su inocencia?
Lástima no. Creo en su inocencia. En este caso.
Su pelea empezó porque él ordenó a los tribunales no hacer favores a su familia. ¿Eso no era correcto?
No. Puso en duda la honestidad de su familia.
¿Y qué los hizo arreglarse?
Le pedí que le pidiera perdón por eso a mi tío.
Si tanto lo apoya, ¿por qué no asume como su abogado principal?
Perdería credibilidad por ser su familia.
Él está en su casa desde octubre. ¿Qué hace, juega Playstation, hace yoga o qué?
Rezar. Ve TV…
¿La peluquera va a la casa o está dejando descansar el cabello?
No la he visto ahí.
Cuéntenos el secreto de ese cabello. ¿Tinte, alisado, relajante, queratina?
Se cuida mucho.
¿Qué se ha hecho además de “lipo” y la papada?
No sé.
¿Quién lo visita?
Contados. Su hijo y yo. Está solo, por eso no lo dejo.
¿Su tío Pipo Virzi va? ¿O sigue dolido con él?
No se han hablado más.
¿Y con Martinelli?
No. Tiene muchos problemas para estar pensando en Alejandro.
¿Usted es de los Moncada pobres o ricos?
Limpio, pero contento.
¿Pipo no es su tío?
No, ni lo conocía. Mis amigos no tienen cuentas así.
Usted presentó un hábeas corpus para evitar la detención de nueve magistrados. Qué altruista...
La ley debe cumplirse.
¿Por qué cuando enfrentan la justicia los exfuncionarios se enferman?
Presión y estrés, debe ser.
¿Qué tiene usted que lo buscaron Giacomo Tamburrelli y su primo, si no es un abogado renombrado?
No me vendo y soy leal.
¿Cuál de los dos casos le ha provocado más dolores de cabeza?
Ninguno. Son fáciles…
¿Usted jura que va a ganarlos?
Vamos a salir bien.
¿Esos casos le van a mejorar o dañar el nombre? Porque su apellido ya está...
Ninguna. Sigo mi consciencia. Y mi apellido no está dañado: solo alguien tiene un problema.
Fuera de los lentes oscuros que no se quita, ¿usted se puso botox en los labios?
Ja, ja, ja. Ni sé qué es eso.
Hablando de bisturí, ¿no se asustó cuando vio a Tamburrelli?
Era la primera vez que lo veía.
Dice que lo eligen porque saben que no se vende, pero a él ni lo conocía. ¿Cómo así?
Me llamó directamente.
¿Por qué le dio el faracho a él? ¿Miedo?
Temor, presión, estrés.
Él dijo que iba a dar todos los nombres. ¿Por qué no los dijo desde la primera indagatoria?
No alcanzó el tiempo. Fueron 12 horas.
A la esposa de él la visitaron Salo Shamah y Martinelli. ¿Quién de ellos es más maquiavélico?
Se complementan.
El viernes denunció que la fiscal amenazó a Tamburrelli. ¿Por qué lo dijo un mes después?
Porque el jueves cambiaron a la fiscal y yo no quería que tomaran represalias contra Giacomo. Pero el día de la indagatoria yo anuncié que presentaría irregularidades sin detallarlas.
Curioso que Martinelli la divulgó, ¿no?
Creerá que lo beneficia. Yo lo hice porque era mi deber.
Se dice que su primo está limpio…
Yo creo que sí.
¿Usted de qué vive? Pocos lo conocían antes de estos casos…
De mis casos. Estos son una tontería.
Sidney Sittón fue su abogado cuando lo acusaron por irrespeto a la autoridad… ¿La cárcel le enseñó algo o sigue igual de peleón?
Trataron de meterme preso, pero no estuve. Sé que la gente de allá adentro es menos maleante y más gente que los que están afuera.
Usted es agresivo… Amenazó a Miguel Antonio Bernal con romperle la boca.
Al que le falte el respeto a mi apellido se lo hago.
¿Y por qué no le ha roto la cara a su primo?
Él no hizo eso… hizo lo que consideró, que para mí estaba equivocado.
También quiso pegarle Rubén Blades por insinuar que su grupo político era insignificante…
Me molestó por el grupo, porque lo usó y desechó.
¿Cuál es su especialidad? ¿Penal o maleantería?
Penal.
Defendió a su amigo Tito Afú en el caso Cemis...
Sí. Por eso, penal.
En 2004 apoyó a Martín Torrijos –hasta creó el partido Gente para hacerlo– y garantizó que él no estaba vinculado a los sobornos, pese a que Afú declaró lo contrario. ¿Cuál fue el trato para apoyarlo?
Yo le recomendé a Afú no implicar a más nadie. Él lo dijo después de mí.
¿Cuál fue el trato para apoyar a Martín?
Espacios políticos para los del partido.
Incluyéndolo, porque después estuvo en las embajadas de República Dominicana y Paraguay….
Martín es un ingrato. De los más grandes que he conocido. Me dio sobras y solo a mí, no al grupo.
¿Es verdad que antes de nombrarlo, para calmar su rogadera, le mandaron un sobre con plata?
Sí; la repartí a los que pasaban frente al mensajero.
¿Era Lucho Melo?
Sí. Tú lo has dicho.
¿Ya no tiene el Mercedes CLK 320 que le traspasó el diputado suplente Eugenio García?
El carro era de él, pero se lo compré a un intermediario.