La reunión de los estamentos de gobierno del opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD), para analizar la crisis por la que atraviesa el partido tras los hechos del 1 de julio pasado en la Asamblea Nacional, se desarrolló ayer en medio de insultos, golpes, empujones y una gran tensión por la espera de los resultados.
Más de 40 perredistas, incluyendo miembros del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Consejo Directivo Nacional, diputados de la bancada legislativa y algunos aspirantes a la candidatura presidencial se reunieron por más de 11 horas en la sede del colectivo.
La reunión se hizo en medio de acusaciones mutuas: los diputados pedían la renuncia del CEN y la dirigencia del colectivo demandaba la expulsión de algunos diputados del partido.
La crisis detonó porque la dirigencia del colectivo acusa a los diputados Benicio Robinson, Leandro Ávila y Rogelio Paredes de ser los “cabecillas” de una rebelión de la bancada contra los lineamientos que acordaron los estamentos del partido para la elección de la directiva de la Asamblea Nacional.
Según la dirigencia del PRD, los diputados desatendieron un acuerdo de que no tenían que regresar al pleno legislativo si la bancada panameñista se retiraba.
En efecto, el pasado 1 de julio los panameñistas se salieron del recinto una vez se eligió al presidente de la Asamblea, Héctor Aparicio, pero luego de varias reuniones, 15 de 17 diputados del PRD regresaron y completaron el quórum, lo que permitió la escogencia del primer y segundo vicepresidente.
Ávila alega que lo que se había acordado era rechazar la candidatura para la segunda vicepresidencia de Rony Araúz, diputado que saltó del PRD a Cambio Democrático. Decidieron, según Ávila, regresar cuando se iba a elegir al primer vicepresidente, Marcos González, “porque con él no había problemas”.
Los diputados pidieron, por su parte, la renuncia completa del CEN del PRD.
Desde las 10:20 a.m. fueron llegando, no precisamente quienes participarían de la cita, sino airados seguidores de los diputados Ávila y Raúl Pineda.
Minutos después ingresó el secretario general, Mitchel Doens, la dirigente Priscila Valenzuela, y posteriormente Francisco Sánchez Cárdenas, presidente del PRD. Seguidamente llegó el precandidato presidencial Anel Bolo Flores, proponente del pedido de expulsión de Ávila, Paredes y de Robinson.
Es en ese momento cuando se empieza a calentar el ambiente. Los seguidores de Ávila y de Pineda le gritaban “traidor” y le pedían a coro que se retirara.
Flores dijo que esas eran personas que fueron traídas por Ávila como turbas. “Con dos dólares y un plato de comida le resuelven”.
Más tarde, a las 11:25 a.m., bajó de su Lexus azul el expresidente Ernesto Pérez Balladares y los ánimos volvieron a caldearse. Un empleado de Ávila –Abdiel Rodríguez– le gritó “traidor”. Pérez B. se volteó y preguntó: “¿Quién dijo eso?”.
“¿Tienes cómo probarlo?”, interpeló el exmandatario. Seguido, con la mano abierta el exgobernante le dio un golpe en el pecho a Rodríguez y luego le lanzó otro que lo alcanzó en el hombro derecho.
En medio de la confusión Pérez Balladares abre su saco y se mete la mano en busca de algo. La expectativa creció por el gesto, pero no sacó nada escondido. Rodríguez retrocede y Pérez Balladares lo sigue con el puño cerrado y le lanza un golpe al costado. Luego el agente de seguridad del exgobernante interviene y lo retira de la escena. Inmediatamente, Pérez Balladares, quien acudía a la reunión como miembro de la comisión asesora del PRD, atendió a la prensa. ¿Tiene condiciones para meter la derecha? fue la pregunta de un periodista. “¿Quieres probar?”, preguntó entre carcajadas.
Más tarde, la oficina de prensa de Pérez B. emitió un comunicado en el que se dice que éste “en ningún momento agredió ni de forma física ni verbal al simpatizante del diputado Ávila”.
Diez minutos después del incidente llegaron a la reunión los diputados Ávila y Benicio Robinson acompañados de sus colegas Renault Domínguez y Raúl Pineda.
El encuentro transcurrió a puerta cerrada, sin acceso siquiera a los camarógrafos, y no fue sino hasta después de las 10:30 p.m. que se conocieron resultados extraoficiales en el que la dirigencia intentaba mostrar una imagen de unidad. Pero fuentes que participaron en la reunión dijeron que hubo duras recriminaciones, tanto por la actuación de los diputados como por el accionar de la dirigencia del colectivo.
Pineda dijo que el CEN reconoció que la bancada actuó bien y a su vez los diputados pidieron disculpas por las duras críticas.