Erick Flores, residente en el sector 1 de Cabuya, en Tocumen, cruzaba ayer en su silla de ruedas el lodazal que había dejado la lluvia del pasado lunes en la noche.
Su casa, junto a 43 más, quedó inundada cuando una quebrada cercana al lugar se salió del cauce, el lunes a las 7:30 p.m., afectando a 152 personas, según reportó Jorge Solano, de la Unidad de Prevención de Desastres del Municipio de Panamá.
Aquella noche del lunes, Flores ayudaba a dos estudiantes a hacer una tarea en su computadora. “Solo nos dio tiempo de poner la computadora en un lugar donde no se mojara”, contó.
El hombre de 36 años, quien está en silla de ruedas debido a un accidente automovilístico, agregó que el agua le daba por la cadera, así que los jóvenes debieron ayudarlo a salir de su vivienda. Sus padres, en tanto, sacaban a cuatro sobrinos.
Igual le pasó a Edith Castillo, quien reside al lado de la quebrada hace 30 años. “Casi en cinco minutos se creció”.
Celmira Beitía, quien reside en Cabuya desde hace 40 años, dijo que la anegación no la sorprendió, ya que ella sabe que esta es una zona inundable.
“El lunes llegué del trabajo a las 8:00 p.m. y todo estaba inundado”, relató.
A Jovana Rodríguez le pasó algo parecido. Estaba en el supermercado. Cuando regresó, solo tuvo tiempo de poner a salvo a sus dos hijos. El agua subió más de un metro.
Los residentes de la zona afectada perdieron ropa, muebles, electrodomésticos y útiles escolares. Ayer, algunos trataban de secar sus pertenencias, pero el día nublado no les favorecía.