Hay una vieja máxima que dice: "el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento". Y eso lo saben perfectamente hasta los banqueros.
Eudoro Jaén –gerente general de la estatal Caja de Ahorros (CA)– abrió una cuenta personal en este mismo banco, un par de años después de haber salido de él (en la administración de Ernesto Pérez Balladares había sido su gerente general). La cuenta la abrió, según dijo, en el 2002. Pero "periódicamente –agregó– la Caja me honraba a mí con el privilegio de concederme un sobregiro".
El último de ellos fue en agosto de 2004, por mil 500 dólares. Se lo aprobaron –añadió– por seis meses. No obstante, los registros señalan que en realidad fue concedido por unos dos meses.
Jaén fue nombrado en la CA el 1 de se septiembre de 2004, aunque su nombramientohabía sido anunciado por el entonces presidente electo, Martín Torrijos, el 25 de agosto. En este mismo mes, la CA le aprobó a Jaén el sobregiro de mil 500 dólares.
Para cuando el nuevo gerente llegó al banco, su cuenta personal tenía un sobregiro de más de mil 400 dólares. Pero el 8 de septiembre, Jaén Esquivel se puso al día. Su cuenta pasó de tener número rojos a tener negros.
Pero una semana después, el 15 de septiembre de 2004, el banco le permitió a su nuevo gerente más sobregiros que sobrepasaron los mil 100 dólares y que se extendieron en el calendario hasta finales de ese mes. En total, Jaén Esquivel giró ocho cheques –el último de ellos poco antes de que finalizara septiembre– que el banco cubrió con sus fondos.
El banquero hizo en esas fechas un depósito en efectivo, con el que saldó lo adeudado y en diciembre cerró la cuenta.
La ley que regenta la CA señala expresamente –en su artículo 41– lo siguiente: "La Caja de Ahorros no hará préstamos al gerente general, al sub gerente general, a los directores ni a sus cónyuges, excepto cuando se trate de préstamo prendario solicitado por los directores".
En su defensa, Jaén señaló que él no autorizó ese sobregiro, sino una oficial del banco cuando aún él no era gerente de la CA. Cuando se le notificó que no podía continuar teniendo esa facilidad por ser funcionario de la institución, "lo cancelé", afirmó.
Eudoro Jaén opinó que esta publicación se hace porque él ha hecho denuncias, seguramente refiriéndose a las que hizo contra Carlos Raúl Piad, antiguo gerente de la CA, acusado de autorizar sobregiros al que fuera el presidente de la directiva de la CA Ángel Jaén.
El daño no se lo hacen a "[Eudoro] Tito Jaén, se lo hacen a la Caja de Ahorros", afirmó. El monto de ese sobregiro –por más de mil dólares– es ridículo. "La gente se va a reír de esta vaina, créeme", aseguró.
"¿Qué gana el periódico La Prensa con hacer esto?: mi cabeza", se respondió a sí mismo el gerente de la CA.
Jaén fue insistente en que una vez que fue informado de que tenía que cancelar el sobregiro, pues ya no era un particular para la CA, lo hizo. No obstante, reconoció que "el desconocimiento de la ley no me redime a mí de culpa, eso yo lo sé".
