Jefe de prensa y suplidor de licor de la Presidencia

Jefe de prensa y suplidor de licor de la Presidencia


Apenas se sentó en el sillón principal del Palacio de las Garzas, el presidente, Ricardo Martinelli, anunció que su conglomerado de empresas –cuya joya principal es la cadena de supermercados 99– no participaría más en concursos de compras del Gobierno. Entonces, sus empresas dejaron de realizar transacciones con el Estado. La decisión que tomó el mandatario buscaba evitar futuros conflictos de interés.

Sin embargo, su secretario de Comunicación del Estado, Alfredo Prieto, decidió no seguir el ejemplo.

Desde el popular seco Herrerano hasta el exclusivo vino español Vega Sicilia Único, de 387 dólares la botella, son parte de los productos que compró la Presidencia a la empresa Nevis Island, cuyo representante legal es Prieto.

Esa información figura en los registros oficiales del portal electrónico PanamáCompra. Al menos entre agosto y noviembre, Prieto ocupó esa posición.

Entre esos meses –justo después de que el presidente Ricardo Martinelli asumiera el poder–, las compras de la Presidencia a Nevis Island (de whisky, vinos, vodka, rones, seco y cervezas) alcanzaron casi los 20 mil dólares.

La mayoría de estas compras se ha realizado de manera directa y bajo el concepto de “compra menor” a una sola empresa: Nevis Island.

Al menos ocho de estas compras fueron publicadas en el portal electrónico PanamáCompra, y el rango de precios osciló entre 131 dólares y 4 mil 557 dólares. Solo hay reporte de una compra de licor en este período a un distribuidor distinto: Felipe Motta Wine Store.

En las órdenes de compra de la Presidencia, Prieto se encuentra registrado como representante legal de Nevis Island y además se detalla su cédula de identidad: N-19-414.

Según el Registro Público, hasta el 2 de diciembre de 2009 Prieto ocupaba el puesto de presidente de la compañía. En esa fecha se cambió la junta directiva y asumió ese puesto Edgar Fernández. Prieto, entonces, desapareció de los puestos directivos. No obstante, todas las compras que efectuó la Presidencia entre agosto y noviembre pasado se realizaron mientras Prieto ocupaba el puesto de presidente de Nevis Island.

Prieto no negó que Nevis Island recibió estas compras el año pasado. “Yo sé que una vez me llamaron porque se quedaron cortos en una actividad con una delegación extranjera. Yo solo dije que llamaran allá [licorería La Fiesta] porque yo tengo servicio a domicilio hasta las 12:00 de la noche. Pero ya ni paso por allí”, expresó.

También dijo desconocer si las compras se realizaron de forma directa. “Ya no puedo dar más explicaciones de este tema”, concluyó el funcionario.

Las compras de bebidas alcohólicas de la Presidencia a Nevis Island no fueron adjudicadas por ofertar precios más bajos que los otros competidores.

Luego de una comparación de precios hecha por este diario, los valores de casi todos los productos ofertados por la empresa están por encima de otros dis-tribuidores, como Felipe Motta, Global Brands, Bodega Mi Amiga, y de la propia cadena de supermercados de Martinelli, el 99 (ver cuadro).

Nevis Island tampoco tuvo problemas de atraso para cobrar estas cuentas con el Gobierno. La Presidencia le pagó a Nevis Island al contado por la entrega de estas bebidas.

Solo de los vinos marca Vega Sicilia Único, la Presidencia ha comprado 26 botellas a un costo de 9 mil 525 dólares, en diferentes adquisiciones entre agosto y noviembre de 2009. Cada botella de este vino tiene un costo unitario de 387 dólares con 40 centésimos.

El negocio de Prieto con la Presidencia podría entrar en conflicto con el Código de Ética de los funcionarios, que en su artículo tercero de las disposiciones generales establece que “el servidor público debe actuar con rectitud y honradez, procurando satisfacer el interés general y desechando todo provecho o ventaja personal, obtenido por sí o por interpuesta persona”.

Otro artículo, el número 24, establece que “el servidor público no debe obtener ni procurar beneficios o ventajas indebidas, para sí o para otros, amparándose en el uso de su cargo, autoridad, influencia o apariencia de influencia”.

En el caso de que se le abra un expediente disciplinario, Prieto podría ser sancionado “administrativamente con amonestación verbal, amonestación escrita, suspensión del cargo o destitución”.

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