La Iglesia católica alzó ayer su voz, luego de conocer que en los depósitos del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Imelcf) hay unas 60 osamentas sin identificar.
Los restos fueron encontrados por la Comisión de la Verdad, en antiguos cuarteles militares y fosas clandestinas, entre 2001 y 2002.
El obispo José Domingo Ulloa “invitó” ayer a los “organismos correspondientes” a realizar las pruebas de ADN a los huesos, que permitan identificar a quiénes corresponden.
“Hay que buscar los medios para que las osamentas puedan ser identificas, por el bien de las familias de las víctimas y por nuestra historia”, dijo el prelado.
Por su parte, el presidente del Comité Ecuménico, Pablo Morales, dijo que por “consideración y respeto” se debieron hacer los análisis.
Morales lamentó que en Panamá se formen comisiones para todo, pero luego “las recomendaciones y decisiones planteadas que se deben hacer, solo quedan en papel, no se hace nada y sigue pasando el tiempo”, dijo.