El colombiano José Nelson Urrego, quien fue enjuiciado ayer por blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico, junto con otras seis personas, no está interesado en recuperar la isla Chapera, ubicada en el archipiélago de Las Perlas y que adquirió en 2002 por 1.5 millón de dólares.
Así lo aseguró su abogada Karina Tristán, quien agregó que su cliente guarda esperanza de salir bien librado de este proceso y que luego no desea quedarse en Panamá, como tampoco intentar recobrar la isla.
No obstante, Tristán informó que unos inversionistas estadounidenses sí han mostrado interés en el islote. De hecho, ya hicieron negocios con Urrego en 2007 y le compraron unas parcelas por 244 mil dólares.
Isla Chapera fue convertida, por el Ministerio de Seguridad, en una base aeronaval durante el año 2010, luego de que fuera confiscada por la Fiscalía de Drogas dentro de este proceso.
Urrego, quien ha sido señalado como miembro del narcocartel colombiano del Norte del Valle del Cauca, fue detenido en septiembre de 2007 en la isla, junto con su pareja Marisol Plaza Márquez, quien también está acusada en este caso.
Al presentar sus alegatos en el juicio de ayer, el fiscal primero de Drogas, Javier Caraballo, pidió al juez octavo penal, Raúl Vergara, que condene a Urrego y al resto de los acusados, a quienes acusó de blanquear en Panamá 25.4 millones de dólares.
Caraballo dijo que Urrego nunca pudo justificar ese dinero, que estaría ligado al narcocartel.
Añadió que, según las investigaciones del caso, esa suma fue introducida al país en efectivo por el aeropuerto de Tocumen, para lo cual se usó a varios testaferros entre los años 2002 y 2007.
Por este caso también están acusados los empresarios Miguel Sierra, Rafael Jiménez, Myrna Rodríguez y Pedro Ospina. Además, Aida Orejuela, prófuga.
En el proceso, los abogados de los imputados cuestionaron la auditoría que realizaron en 2008 los peritos del Ministerio Público y de la Policía Nacional –Jazmín Pérez y Elio Ábrego–, pues advirtieron que tenía “imprecisiones” y afirmaciones “no probadas”.
Los peritos se mostraron inseguros en las respuestas que dieron a las preguntas de los abogados.
Ábrego sostuvo que el dinero confiscado a Urrego era “ilícito”, pero que en muchas transacciones no se pudo comprobar el delito.
“Confiamos que se haga justicia”, expresó Urrego al entrar a la audiencia.