Jóvenes buscan la equidad

Jóvenes buscan la equidad


Políticas públicas, ingresos corrientes del Estado, subsidio, reformas electorales, pobreza, desigualdad, partidos políticos. Son términos que en los últimos dos años han entrado a la vida de un grupo de estudiantes del Centro Educativo Básico General Clelia F. de Martínez, de Penonomé, Coclé.

Meivis Ayala (15 años), Carlos Magallón (14 años), Milagros Mendoza (15 años), José Luis Guerra (16 años), Rosalinda Agrazal (15 años) y Marisela Buitrago (16 años); junto con el profesor Luis Solís, plantean una propuesta que haría temblar a la cúpula de los cinco partidos que existen en el país, y aliviaría la vida de la población más vulnerable de Panamá.

A propósito de que por estos días la Asamblea Nacional discute cambios a la ley electoral, ellos sugieren que se reforme el artículo 180 del Código Electoral para que el dinero que se le otorga a los partidos políticos no se asigne de acuerdo al 1% de los ingresos corrientes del Estado, sino en base al número de personas que hay en el padrón electoral.

Argumentan, por ejemplo, que mientras el padrón electoral ha tenido un crecimiento de solo 35% en los últimos 15 años, el subsidio electoral se ha incrementado en el mismo periodo en un 360%.

“A todas luces representa un sacrificio fiscal demasiado grande para un país con tantas necesidades”, dice en una de las páginas que sustentan su proyecto.Proponen entonces, que ese dinero que dejaría de darse a las agrupaciones políticas del país [Partido Revolucionario Democrático, Cambio Democrático, partido Panameñista, Movimiento Liberal Republicano Nacionalista y el Partido Popular] se invierta en salud, vivienda y comida para los pobres de Panamá.

DANZA DE MILLONES

En los últimos años, el gasto en financiamiento público a los partidos ha sido de la siguiente manera: $15.3 millones entre 1999 y 2004, otros $20 millones en el periodo comprendido entre 2004 y 2009, mientras que $33.7 millones se gastó entre 2009 y 2014 y $69.8 millones fueron asignados para repartirse en este quinquenio [2014-2019]. De esa última cifra, ya se entregó $27.9 millones antes de las elecciones del 3 de mayo de 2014.

Si se sigue con la misma fórmula usada para distribuir el subsidio a las agrupaciones políticas para las elecciones de 2019, a los partidos se les entregarían alrededor de $100 millones, de acuerdo con lo que han informado los magistrados del Tribunal Electoral (TE) en los últimos debates al Código Electoral.

Consignan en la propuesta que, al designar el 1% de los ingresos corrientes del Estado, se obvió el hecho de que mientras la economía crecería “de un modo exponencial, el padrón electoral de las sucesivas elecciones no lo haría del mismo modo”.

Advierten también que al ver todas las facilidades que se les otorga a la clase política, no se pueden dejar de analizar algunos indicadores sociales que demuestran “la indefensión y la desesperanza en la que viven y mueren miles de panameños a quienes se les han vedado sus derechos más fundamentales”.

Y en medio de esta danza de millones, los estudiantes de Penonomé, junto con su profesor, sacan a relucir otras cifras poco gratas.

Recuerdan, por ejemplo, reportes de las Naciones Unidas que indican que 4 de cada 10 panameños viven en la pobreza total; que según números del Instituto Nacional de Estadística y Censo, al menos, el 39% de la población económicamente activa del país tiene un empleo informal. “Dicho en otras palabras, son panameños que nunca tendrán derecho a una jubilación”, manifiestan en el proyecto.

Y muestran más números que enseñan el verdadero rostro del Panamá profundo. Ese que está lejos de los debates en el pleno de la Asamblea Nacional y de los refrigerados salones del Gobierno, donde se teje el complejo y millonario presupuesto del Estado.

¿Cómo surgió esta idea?

El profesor Solís cuenta que fueron invitados a participar en el Proyecto Ciudadano, una iniciativa del Ministerio Educación, en conjunto con el TE, y la Fundación Civitas, que le propuso a las escuelas que desarrollaran propuestas de política pública que ayuden a solucionar problemas de la comunidad.

“Acababan de pasar las elecciones y habíamos sido testigos de todo el dinero que se había gastado en publicidad electoral. Reunimos a un grupo de estudiantes, analizamos un número plural de temas nacionales y optamos por escoger la del subsidio electoral”, añade.

El proyecto de la Clelia F. de Martínez, al que denominaron “Pobreza y subsidio electoral”, no ganó, pero ellos no se rindieron.

“Les dijimos [a los estudiantes] que eso no era un concurso de oratoria, ni de canto, y que era una propuesta de política pública, y que teníamos 508 mil razones para continuar, que es la cantidad de pobres que tiene nuestro país. Y ellos decidieron seguir”, añade el docente.

José Luis Guerra, uno de los primeros estudiantes que participó en la iniciativa, narra que leyeron, investigaron y practicaron para sacar adelante la idea. “Ha sido una experiencia maravillosa para nosotros, ya que gracias a la idea del profesor hemos aprendido sobre política. Hemos ido a la Asamblea, al Tribunal Electoral. Esperamos que sea tomada en cuenta”, manifiesta Meivis Ayala.

Mientras que Rosalinda Agrazal, dice: “jamás me imaginé que algún día visitaría a la Asamblea Nacional, al Tribunal Electoral. Que conocería a miembros de la asamblea juvenil”.

LA PROMOCIÓN Y LOS MOTIVOS

Milagros Mendoza interviene y cuenta, por su lado, que para dar a conocer “Pobreza y Subsidio electoral” han realizado marchas, visitado los centros educativos de Coclé, y tocado las puertas de los consejos municipales de Antón y Coclé.

“Lo hacemos por esas 500 mil personas que no tienen nada. Hemos aprendido con este proyecto que en el país existe mucha necesidad. Hay mucha desigualdad. No lo hacemos por un premio, no lo hacemos por notoriedad, o por ganancia. Lo hacemos por todos nuestros hermanos panameños que de verdad lo necesitan”, comenta Carlos Magallón.

“Lo que nosotros esperamos es que nos apoyen. Lo que de verdad quisiéramos es que se pase a otro paso. Queremos que la población vea esa conciencia humana de nuestros diputados cuando aprueben este proyecto”, agrega.

¿Cómo llegan a analizar el subsidio electoral? 

“Leímos una estadística que dice que el 40% de ese subsidio electoral fue usado en publicidad. Además, el 1% de los ingresos corrientes de un país es mucho dinero para repartirlo entre los partidos. Eso es despilfarrar millones en algo tan innecesario”, comenta Magallón.

¿Qué te gustaría decirle a los diputados?

“Que esto es por todos los panameños que lo necesitan”.

EL RECURSO HUMANO

Solís, que tiene décadas en la docencia, valora el hecho de fabricar ideas con estudiantes. “No se hace difícil, porque tienes el recurso humano. Los jóvenes han sido un recurso humano devaluado. Ellos son capaces de dar tanto, pero a veces no los orientamos”, explica.

Aparte de llevar el tema a los colegios de Penonomé, y de hablar en los consejos municipales de Coclé y Antón, han expuesto su plan en el seno de la Comisión Nacional de Reformas Electorales, la instancia que aprobó el proyecto de reformas electorales que reposa en la comisión de Gobierno de la Asamblea Nacional, en espera del primer debate. También han ido a la propia comisión de Gobierno, donde aspiran volver antes de que se acaba este periodo legislativo para hacer escuchar su voz.

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