El consumo de tabaco entre los jóvenes cayó en la última década de 13% en 1999 a 4% en 2008, reveló un estudio divulgado ayer por el Ministerio de Salud (Minsa).
La prevalencia de consumo general, sin embargo, es de 9.4%, y en las áreas más pobres del país -sector indígena, principalmente- se eleva hasta el 13%, detalló Reina Roa, directora nacional de Provisión de Servicios del Minsa.
Según el estudio Estimación de la demanda de cigarrillo en Panamá, la reducción pudiera explicarse por medidas como el endurecimiento de las normas contra el tabaquismo, el aumento de los impuestos y el costo del tabaco para el consumidor, además de los programas de educación y concienciación que realiza el Minsa.
El economista Víctor Hugo Herrera, encargado del estudio, explicó que las medidas fiscales reducen “rápidamente” el consumo de tabaco, pero explicó que hay que mantenerlas en el tiempo, porque cuando los ingresos de la población aumentan también crece la posibilidad de consumir tabaco en forma adictiva.
Por su lado, Eduardo Lucas Mora, director general de Salud, comentó que estos estudios son importantes para fortalecer las políticas de promoción de la salud y las medidas fiscales que desincentivan su consumo.
Aunque no se refirió específicamente al estudio, la vocera de British American Tobacco para el Caribe, Centroamérica y Panamá, Jessy Chacón, dijo que existe una asociación incorrecta entre las ventas de la industria legal y el consumo.
Chacón asegura que las ventas legales cayeron en los últimos meses, pero el contrabando de cigarrillos creció de forma importante. De hecho, aseguró, el 50% del cigarrillo que se vende es de contrabando.
Chacón comentó recientemente que la prohibición de la publicidad en los comercios, que entró a regir a principios de agosto, no es la mejor medida.