El Juzgado Primero Penal ordenó la liberación de Ariel y Próspero Ortega, propietario y conductor del bus 8B-06, respectivamente, que el 23 de octubre de 2006 se incendió en el sector de La Cresta provocando la muerte de 18 personas.
La libertad de los hermanos Ortega fue ordenada el 24 de marzo pasado, tras cumplir una condena de 40 meses de prisión.
Ambos fueron detenidos el 2 de noviembre de 2006, luego de que la Fiscalía Primera de Circuito ordenara su arresto por el delito de homicidio culposo en perjuicio de 18 personas, y por lesiones personales contra otras 25, todas ocupantes del bus 8B-06, que cubría la ruta Corredor Norte-Mano de Piedra.
Ambos están inhabilitados para conducir vehículos de transporte público de pasajeros.
Durante la investigación realizada por la fiscalía, se estableció que el conductor del bus no quiso detenerse cuando los pasajeros se lo pedían, tras observar una gran cantidad de humo que salía del motor del bus.
Según el fallo, el detonante del siniestro fue el reemplazo del gas refrigerante que usaba el vehículo. Además, el sistema de aire acondicionado había sido alterado y le faltaban fusibles, lo que produjo un cortocircuito por el recalentamiento de los cables, y un incendio en el sistema eléctrico.
Un informe de los bomberos reveló que las ventanas del bus tenían topes instalados por el dueño, Ariel Ortega, como medida de seguridad, lo que impidió que los pasajeros pudieran salir del vehículo de forma rápida.
Ayer, sobrevivientes y familiares de las víctimas se reunieron con el ministro de la Presidencia, Demetrio Papadimitriu, con la mediación del arzobispo José Domingo Ulloa.
David Ramírez, del Movimiento 23 de Octubre, dijo que Papadimitriu presentará al presidente, Ricardo Martinelli, la solicitud de compensación económica solicitada por los familiares de las víctimas y los sobrevivientes, que atraviesan por dificultades económicas.