Los residentes de la ciudad capital, hasta Pedregal, y del distrito de San Miguelito debieron recurrir ayer al agua embotellada, porque el líquido que salía de sus grifos era color chocolate y tenía sedimentos.
Las autoridades del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) recomendaron a la población no consumir el agua que llegaba hasta sus hogares a través del acueducto, ya que podría ocasionarles dolores estomacales, vómitos y hasta diarrea.
Manuel González Ruiz, director del Idaan, explicó que el problema se registró luego de que se iniciaron los trabajos de instalación de los controladores de flujo (aparato que controla la fuerza con la que se mueve el agua) en la línea existente y abrieran la línea paralela, la cual no estaba limpia.
González Ruiz señaló que “la empresa contratista Copisa –Constructores Profesionales de Ingeniería S.A.–, encargada de los trabajos de la línea paralela, había informado con anterioridad que la línea nueva estaba limpia, desinfectada y lista para operar”, por lo que se decidió realizar los trabajos.
Esta situación fue la causante de que ayer el 75% de la ciudad hasta el sector este en Pedregal y todo el distrito de San Miguelito recibiera agua que no era potable.
Para que el agua sucia saliera del sistema, el Idaan abrió los hidrantes y recomendó a la población que también mantuviera sus grifos abiertos. Igualmente, personal del Idaan mantiene puntos de control en diversos sectores de la ciudad, para monitorear los niveles de turbiedad.
Al mediodía de ayer, los niveles de suciedad eran altos y en las pruebas el agua no marcaba residuos de cloro, lo que indicaba baja potabilidad.
Por su parte, el departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud aconsejó a la población hervir el agua hasta que el Idaan anuncie que está completamente limpia.
Las autoridades de Salud también notificaron que hasta ayer no se habían reportado casos de personas afectadas por el consumo del agua.
César Berbey, asesor legal del Idaan, dijo que se hará una investigación para determinar la responsabilidad de Copisa.
No obstante, adelantó que la sanción por lo sucedido podría implicar una multa, debido a la pérdida de millones de galones de agua. “Copisa mantiene contrato con el Idaan desde 2004, por lo que esperamos que el próximo lunes se pueda llegar a un entendimiento”, afirmó.
El abogado dijo que la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos también podría hacer una investigación, ya que esa entidad es responsable del monitoreo de la calidad del agua en el país.
Por su parte, el gerente general de Copisa, Juan Medrano, precisó que ayer estaban poniendo un bypass (injerto) para colocar unos controladores de flujo del agua en la tubería vieja. Que por esta razón abrieron la tubería nueva, la cual –no precisaron por qué– estaba llena de sedimentos.
Aclaró que no estaban laborando directamente en la línea paralela.
Medrano agregó que ayer se reunieron con el director del Idaan para determinar las causas reales del problema y reprogramar los trabajos en la línea.