La fundación Marviva en Panamá busca un nuevo o nueva directora. La actual, Gabriela Etchelecu, se desvincula de las actividades de la oficina del organismo en el país, a partir del próximo 28 de febrero, para ocupar el cargo de asesora de la fundación ambiental a nivel regional.
La organización, que se enfoca en la protección de los recursos marinos, tiene operaciones en Costa Rica, Panamá y Colombia.
Con el nuevo reto por delante, Etchelucu habla de sus preocupaciones por el rumbo que lleva al país en política ambiental, sobre todo por las recién aprobadas reformas al Código de Recursos Minerales.
Aunque su trabajo ahora será regional, asegura que tendrá más tiempo para vincularse en diversos temas ambientales y no necesariamente en lo relacionado con la conservación de los mares.
MarViva surgió para defender el ecosistema marino. Desde esta perspectiva, la oficina de Panamá trabajó en la creación del marco jurídico del Parque Nacional Coiba, donde ha enfocado su trabajo como organismo ambiental.
“Con mi nuevo cargo podré comentar sobre diversos temas del país, algo que como directora de MarViva no podía hacer porque el organismo está enfocado en la conservación del ecosistema marino”, dijo.
Etchelecu, además de ser actualmente la directora de MarViva, es la presidenta de la comisión de ambiente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede).
El presidente de Apede se pronunció a favor de las reformas al Código Minero, ¿cuál es su posición?
Es una tema que me preocupa. Considero que debe haber más intercambio de información porque existen muchas interrogantes sobre los efectos ambientales y sociales de la minería. Hablan de procesos modernos, pero cuando una pregunta sobre cuáles son esos procesos, nadie sabe responder.
Como bióloga no dejo de preocuparme por las consecuencias que tendrá la minería en los recursos hídricos.
Etchelecu ocupa la dirección de MarViva desde 2004. En esos siete años le ha tocado lidiar con dos gobiernos, la administración de Martín Torrijos (2004-09) y la actual de Ricardo Martinelli. Con este último, asegura, se han perdido los canales de comunicación.
¿Que piensa de esta realidad?
Es preocupante. No comprendo por qué el gobierno no tiene un mayor entendimiento de la situación. El hecho de que uno no esté de acuerdo con una decisión, no quiere decir que estemos en contra de la administración.
En la Asamblea hay un proyecto de ley para permitir redes de cerco. ¿Qué piensa de esa iniciativa?
Esta película la he visto varias veces. Lo hemos discutido ampliamente con los diversos sectores y realmente no tiene sentido que se permitan las redes de cerco, que tienen un fuerte impacto en el ambiente, en vez de apostar al ecoturismo. Es incomprensible esta política de Estado, donde meses atrás se emitió un decreto que elimina las redes de cerco y ahora se discute una ley que busca permitir ese arte de pesca.
Cuáles son sus consideraciones sobre la prohibición del palangre en el país?
Esta medida ha tenido un efecto contrario a la conservación del ecosistema marino. Las embarcaciones que usan palangre se están transformando en camaroneros que usan arrastre, que es más dañino que el palangre. Hemos intentado explicarle estos planteamientos al gobierno, pero no se logran esos canales de comunicación tan importantes para poder contribuir.
