El presidente, Ricardo Martinelli, anunció ayer que prevé cancelar las concesiones para operar salas de máquinas tragamonedas que se otorgaron en forma directa en 1996, durante la administración de Ernesto Pérez Balladares. “Vamos a pasar por el Gabinete la cancelación de las licencias que se dieron de a dedo”, dijo.
Pérez Balladares otorgó en 1996 tres licencias sin licitación a empresas que no pagaron ni un centavo al Estado: Lucky Games S.A., Comput-Bingo S.A. y Competiciones Deportivas S.A. El trío de empresas tiene vínculos con el ex presidente.
El supuesto dueño de Lucky Games, Carlos González Carrasquilla, envió en forma constante sumas de dinero a una sociedad ligada con Pérez Balladares. Hoy, en la junta directiva de esa sociedad –que opera 9 salas de juego en barrios populares– aparecen Roosevelt Lito Thayer y Enrique Pretelt, el primero amigo y el segundo yerno del ex jefe de Estado.
Competiciones Deportivas y Comput-Bingo tienen entre sus accionistas a Mario Pérez Balladares, hermano del ex mandatario. Este dúo de empresas opera la sala Bingo 90, ubicada en Obarrio.
Por los nexos entre Pérez Balladares y Lucky Games –que reveló una investigación de La Prensa–, el Ministerio Público abrió ayer una investigación de oficio, según informó la procuradora de la Nación, Ana Matilde Gómez.
Por otro lado, la secretaria de la Junta de Control de Juegos, Giselle Brea, ordenó ayer una auditoría para conocer los nombres de los accionistas de las empresas de juego. Para eso, funcionarios de la Junta de Control de Juegos se presentaron ayer a la sede de la empresa CIRSA Panamá, la compañía que opera la mayor parte de las salas de máquinas tragamonedas a través de varias sociedades. Sin embargo, la empresa no entregó la documentación solicitada.
VEA Gobierno pide los nombres de todos los accionistas