El presidente, Ricardo Martinelli, volvió a descartar una posible reelección en 2014. “He trabajado para mi familia, para mi negocio, para mi país..., ahora me toca ir a gozar mi vida”, dijo sobre su futuro una vez que deje el Palacio de las Garzas.
Durante una entrevista con este diario se refirió a la trastienda del poder, sus miedos, frustraciones, su familia, y los dos políticos con los que comparte el círculo cero del gobierno.
Hay mandatarios que sufren el poder y otros que lo disfrutan. ¿Usted sufre o disfruta el poder?
No creo que lo disfrute, y muchas veces lo sufro, y sufro cada mañana cuando voy con los carros, los policías, y paran muchas veces el tráfico para que pase mi carro. A mí me da pena. A mí el poder ni me va ni me viene, no vengo aquí para perseguir a nadie, ni para estar lucrando del puesto. Siempre me ha ido bien, en forma general. Hay muchas personas que llegan al puesto a servirse del puesto y a buscar prebendas, a buscar algo adicional que no tienen en su vida privada. Y en ese caso, Panamá ha sido muy generosa conmigo. Así es que de veras no necesito usar el poder para conseguir algo. Creo que eso debemos tenerlo claro y bien presente, de que este es un puesto pasajero, por cinco años, y después regresas a la realidad. Pero habrá quien se acostumbra a esto y quiera la reelección, algo en lo que no tengo ni el más remoto interés o intención. Quiero salir de aquí con la frente bien en alto.
Ya con un año en el cargo, ¿qué es lo peor de la política?
Lo ingrata que es la gente a veces. Tú crees que la gente está contigo por principios, pero está contigo porque quiere algo a cambio. Eso es lo más difícil que hay. Una persona que está a tu lado, que tú crees que está por convicción, o personas que dicen que te ayudaron, todo lo que quieren es algo a cambio.
¿Qué le perturba?
Al principio me perturbaba cuando injustamente me criticaban, pero ya me he acostumbrado a que me critiquen con o sin razón, y verdaderamente a veces son muy injustos los ataques que se hacen, pero eso es normal. Lo malo es que aquí criticamos por todo y creo que la oposición en un país debe tener la suficiente hidalguía para felicitar a un gobierno cuando hace algo bien, y criticarlo cuando hace algo mal. Aquí, para la oposición, todo es malo. Y nadie, ni un gobierno, ha hecho todo malo. Hay algunas cosas buenas y hay otras cosas malas también.
El cargo de Presidente concentra mucho poder, ¿en algún momento le propusieron algo indecoroso?
Han venido personas a hacerme propuestas indecorosas a las cuales he “parqueado” en forma inmediata. Los he “parqueado” porque la gente estaba acostumbrada a comprar el puesto. Hay personas que creen que el puesto se compra, que el puesto se alquila, que hay que trabajar para ellos, pero aquí hay que trabajar para todos, no para ellos. Hay personas que creen que las licitaciones se pueden dar, que creen que están por encima de la ley..., pero conmigo ellos se han equivocado. Muchas personas que criticaban el accionar del gobierno después llaman para pedir un favor, pero no me puedo meter en eso.
¿Qué tipo de favores?
Todo termina en la silla presidencial, todo. Alguien a quien no le han dado trabajo, alguien al que botaron de un puesto, alguien al que condenaron, alguien que quiere un indulto, alguien que quiere una licitación, alguien que está apelando… Te llaman para todo. Nuestro sistema constitucional dice que hay división de poderes, pero pareciera que todo se concentra en una persona, en un solo puesto, así es que hay que ser muy cauto en a quiénes se elija como próximos presidentes de este país, porque este puesto corrompe, este puesto marea a la gente, este puesto enreda a la gente, y en este puesto, en muchas ocasiones, puedes hacer mucho bien o puedes hacer mucho mal.
¿Usted en algún momento se sintió mareado?
Mareado por el puesto, no. Tengo los mismos celulares que siempre he tenido, que lo más probable es que me los tenga alguien intervenidos; vivo en la misma casa, tengo el mismo carro, tengo el mismo negocio, tengo las mismas cuentas de banco, no tengo ni un real más ni un real menos. O sea, no he cambiado nada. Mi celular lo tiene todo el mundo, mi email lo tiene todo el mundo, la gente me escribe y le contesto a todo el mundo. Creo que el panameño debe sentir cerca a su Presidente. El Presidente no es un ser sobrenatural que está lejos. Él tiene que estar con la gente.
¿Durante este año, en algún momento extrañó su negocio?
He ido a mi negocio –no he firmado un cheque– como 5 ó 6 veces. No tengo la más remota idea de cómo le está yendo, aunque tal vez le va mejor ahora que no estoy y están mis hijos ¿Si extraño mi negocio? Claro que lo extraño, pero regreso. Una cosa bien interesante aquí es que a todos nuestros opositores no se les conoce negocio, pero viven mejor que todos nosotros. Ni uno trabaja y todo el mundo vive bien, todo el mundo va a todos lados, y tienen plata, y no se les conoce negocio. Yo tengo un negocio que siempre ha estado ahí y regresaré a mi negocio. Estos señores nunca han tenido negocio, no trabajan, y viven bien.
Se refirió a su hijos, ¿consulta a su familia al momento de tomar una decisión?
Consulto con mi esposa bastante y, por ejemplo, sobre la “ley chorizo” mi esposa me dijo: ‘tienes que vetar lo de los policías y tienes que vetar lo del ambiente’. Vine al Gabinete con la intención de vetar, de ver qué podía vetar de la ley. La leí de atrás para adelante y de adelante para atrás y no había nada que podía vetar porque no había nada incorrecto. Sí consulto con mis hijos, consulto con mi esposa, consulto con mis amigos. Voy todos los domingos a la casa de mi madre, y hablamos largo y tendido de todo. Mi familia me dice lo que escucha en la calle, lo que está bien, lo que está mal. Nada de cepilladera ni manzanilladas porque no estoy para esas zoquetadas. Me dicen las cosas como son. También la gente me escribe las cosas como son. Al que me escribe con mucho alabo le voy poniendo “bloquear remitente”. Consulto con todas las personas que puedo y las decisiones las medito bastante, y las consulto no solo con mi familia, sino también con los aliados, con Juan Carlos [Varela] y con Jimmy [Papadimitriu].
Y cuando tiene que tomar las decisiones más trascendentales, ¿a quién llama a su despacho?
A Jimmy [Papadimitriu]... y lógicamente, a Juan Carlos [Varela]. Los llamo a Jimmy [Papadimitriu] y Juan Carlos [Varela] porque son decisiones que tenemos que tomar, como digo, en el círculo cero del gobierno que son ellos. Luego, nos ponemos de acuerdo: esto sí, esto no.
¿Varela continúa siendo su candidato para 2014?
No puedo ser candidato, ni me interesa serlo, ni lo seré en 2014. He trabajado para mi familia, para mi negocio, para mi país. Ahora me toca ir a gozar mi vida, los pocos años que me puedan quedar de vida, y creo que Juan Carlos Varela sería un excelente candidato.
¿Y el vicepresidente será de Cambio Democrático?
Sí, y también tendría la Alcaldía de Panamá.
¿Y pensó en alguien para el puesto de vicepresidente?
No, creo que hay gente muy buena dentro de Cambio Democrático.
Durante los primeros meses de gobierno se lo vio mucho con el mazo en la mano, ¿ya lo guardó?
El mazo está ahí, listo para dar un par de mazazos, al que haya que dárselo. Y el mazo vino cuando subimos el impuesto a los casinos. El mazo vino cuando vimos lo de Zona Libre, el mazo vino cuando hicimos la reforma tributaria y fiscal. Y el mazo está aquí disponible y listo para todo el que haga algo indebido. En estos días aquí hubo un funcionario del gobierno que cometió un delito, pedí que le pusieran la denuncia para que le cayera todo el peso de la ley.
¿Quién es el funcionario?
Un asesor del Ministerio de Gobierno y Justicia.
¿Eduardo ‘Rumba’ Alfaro?
No, otro. Pero no puedo decir nombre ni puedo decir nada porque verdaderamente al final de cuentas la gente no concluye poniendo las denuncias.
Sobre sus promesas de campaña, ¿cuáles son las 3 ó 4 cosas que usted cree que la gente no le va perdonar?
Voy a cumplir todo lo que prometí. La que pensé que no podía cumplir, y que iba a ser difícil cumplir, era la beca universal; y la beca universal esta allí como resultado del aumento del ITBMS. Los panameños, por primera vez, vamos a ver a dónde van nuestros impuestos. Creo que no nos perdonarían que no arreglemos el problema del transporte.
Durante la campaña usted criticó el gasto de publicidad del Estado, pero su gobierno continuó con esa práctica…
No critiqué el gasto de publicidad del Estado. Lo que critiqué fue el malgasto que hacían para influir en la política. Pero cuando comunicamos, nos acusan de que estamos gastando plata en propaganda y publicidad, y si no lo comunicamos también es malo.
Otro asunto que se le criticó fue las designaciones de allegados del gobierno en el servicio exterior.
Lo más facilito es criticar a la gente por lo que hizo, por lo que no hizo y por lo que debería hacer. Es muy difícil cuando estás arriba del potro. Repito, es muy fácil criticar y es muy difícil hacer las cosas cuando uno llega al gobierno. Por ejemplo, criticaron que puse a Guido Martinelli en Roma. ¡Nadie quiere ir a Roma, si lo que paga el Estado son tres guayabas! Ese señor tiene que poner de su bolsillo todos los meses, quién sabe 10 mil , 15 mil ó 20 mil dólares, ¡¿quién quiere poner eso?! Los sueldos del servicio externo nuestro son una guayaba, una bicoca, en ciertos lugares... en la gran mayoría de los lugares. Entonces, nadie quiere ir.
¿Por qué el Gobierno realizó tantas contrataciones directas?
Creo que ha sido muy injusta esa pregunta, porque las contrataciones directas aquí, por ejemplo, hablaban de la contratación directa del tramo de la segunda etapa de la autopista Panamá-Colón. Eso estaba ahí para dárselo a la empresa de Odebrecht. Eso no se le podía dar a más nadie, estaba por contrato. Aquí la única contratación directa que puedo recordar fue la de las ambulancias, que nos criticaron las ambulancias. Que coincidencia, que por licitación costaba, la misma ambulancia, 40 mil dólares más caro durante el gobierno PRD. Es que aquí el concepto de contratación directa está mal usado. Si nos ponemos a hacer una licitación por cada cosa, por cada contrato de alquiler, por ejemplo, que se renuevan cada año, por cada contrato de alquiler de fotocopiadora, por cada contrato de alquiler de internet, por cada contrato de alquiler de carros, el Gobierno se paralizaría. Durante la campaña usted criticó los viajes presidenciales y después se mostró arrepentido. ¿De qué otra cosa se arrepiente?
Yo critiqué el avión. Conseguimos la donación de Taiwan para el avión, que ha hecho más vuelos humanitarios y ha salvado más vidas, que vuelos presidenciales. Critiqué el helicóptero y uso mi helicóptero porque el que está ahí tampoco sirve. Ese es un helicóptero que tiene 20 años, el avión tenía 40 años.
Para terminar, durante la campaña se especuló mucho sobre su fortuna. ¿Cuánto vale Ricardo Martinelli?
...Y cuando venda mis negocios, mucho más.
Pero analiza venderlos...
Me los quieren comprar. Mire, vendo cuando me compran; compro cuando me venden. Y eso, quizás, es una gran ventaja porque no necesito estar en los negocitos en que estaban los otros.
¿Cuánto valgo? No sé, y ni siquiera me he puesto a ver qué tengo y qué no tengo, pero tengo lo suficiente para poder vivir bien, lo suficiente para mí, para mis hijos, para vivir una vida holgada y para poder mantener mi programa de becas, que lo sigo manteniendo. Tengo casi 10 mil becas dadas y el otro año seguiré dando becas.
¿Cuánto valgo? Sinceramente, no sé. El que te diga que sabe cuánto vale es porque no tiene nada. Si alguien te dice “yo valgo un millón”, ese no tiene un real.
(Leonardo Flores, Ana Graciela Méndez y Santiago Fascetto)
‘Bosco tiene que poner los pies en la tierra’La opinión del presidente de la República, Ricardo Martinelli, sobre la gestión del alcalde capitalino, Bosco Vallarino, no mejora. Durante la entrevista que concedió a este diario para hablar sobre el primer año de su gestión, Martinelli aseguró que el alcalde de la capital tiene que “poner los pies en la tierra y empezar a trabajar en todas las promesas de campaña que hizo”. “Es injusto lo que ha pasado con la basura. El Estado ha tenido que salir a apoyarlo. Yo le sugiero a mi gran amigo Bosco Vallarino, que tiene que hacer la mejor Alcaldía de la ciudad, porque tuvimos el peor alcalde PRD [Juan Carlos Navarro], y el peor alcalde queda bien con un mal alcalde que tenemos ahora”.
No es la primera vez que Martinelli le hace públicamente una crítica al alcalde Vallarino.
“Él tiene que cambiar esos niveles de aceptación [negativos]; tiene que darle verdaderamente a los habitantes de la capital, la ciudad que todos queremos. Una ciudad limpia. No puede ser que todavía haya carros funcionando sin placa.
No puede estar pensando [Vallarino] en cosas que no tienen razón, ni fundamento. Él cuenta con todo mi apoyo, yo lo quiero ayudar, pero que se deje ayudar”. Aparte de mejorar su imagen, Martinelli consideró que Vallarino también necesita cambiar su equipo de trabajo “para que tenga un equipo de personas que realmente vaya en pos de cambiar las cosas en la Alcaldía de Panamá”.
En noviembre de 2009, en medio de la crisis de la basura en la ciudad de Panamá, Martinelli le dijo a Vallarino –durante un operativo de limpieza organizado por el Ministerio de Obras Públicas– que se dejara de “zoquetadas” y se pusiera a trabajar.
El llamado de atención lo hizo Martinelli justo cuando se conoció la renuncia de la vicealcaldesa Roxana Méndez al cargo de asesora en el Municipio de Panamá.
‘Hay que pasar la página’ Justo en el momento en que la justicia de Francia decide el futuro de Manuel Antonio Noriega y las autoridades panameñas buscan su extradición, el presidente, Ricardo Martinelli, pidió “pasar la página de la historia”, al referirse al ex dictador.
“Uno tiene que olvidar y perdonar a las personas, independientemente de lo que hayan hecho. Uno tiene que pasar la página, y esta página de la historia hay que pasarla y olvidarse de las personas que le hicieron tanto daño a Panamá, como Noriega”, dijo.
El mandatario añadió que al ver a Noriega caminar como un “pobre viejito” –cuando fue extraditado de Estados Unidos a Francia– se “conmovió” a pesar de que a él le hizo “mucho daño”.
Martinelli descartó, sin embargo, que el Ejecutivo indulte a Noriega. “El indulto se da por otras razones, no por esos motivos”, dijo.
Sobre el perdón que pidió en nombre del Estado a Patria Portugal por el asesinato de su padre, Martinelli opinó que aún hay una deuda con los familiares de los desaparecidos de la dictadura. “No se ha cumplido. Todavía hay muchos otros panameños que fueron afectados por la dictadura militar”, aseguró.
