El Complejo Penitenciario La Nueva Joya, que construye en Pacora el Consorcio UM Panamá a un costo de 155.5 millones de dólares, ya no será una megacárcel como había proyectado el Ejecutivo inicialmente, sino que ahora será convertida en cinco penales independientes, informó el director del Sistema Penitenciario, Luis Donadío.
Según el funcionario, cada una de esas nuevas estructuras –con capacidad para entre mil y mil 200 reos–, tendrá su propio director, subdirector y junta técnica, con lo que podrán operar de manera autónoma, aunque estarán situadas dentro del mismo complejo.
La obra, entregada al consorcio UM a mediados del año pasado, deberá estar lista en el segundo semestre de 2013, y con ella el Sistema Penitenciario busca acabar con el hacinamiento en los reclusorios del país, calculado hoy en 57%.
Según la directora de la Oficina de Supervisión de Derechos Humanos de las Personas de Privadas de Libertad de la Defensoría del Pueblo, Sharon Díaz, se trata de “una decisión acertada [y que responde] a las recomendaciones que realizó el director de Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente, Elías Carranza; y el defensor de Pueblo, Ricardo Vargas”.
Díaz detalló que las cinco cárceles serán distribuidas en dos módulos para los condenados, que a su vez serán divididos en reclusos de mínima y mediana seguridad; un módulo para los reos condenados de máxima seguridad; y dos módulos más para los reos procesados, divididos en mínima y máxima seguridad.
La capacidad de cada módulo, como se dijo, será de entre mil a mil 200 internos. Los penales existentes seguirán funcionando.
De hecho, mientras están listas las nuevas estructuras, el Gobierno anunció la construcción de por lo menos mil 800 nuevas plazas en La Joya, Nueva Esperanza en Colón y Changuinola, y de otras 200 plazas en los reclusorios de menores, cuya ejecución supera el 30%, según confirmó esta semana la ministra de Gobierno, Roxana Méndez.