"Los niños se estaban quejando de que en la comida le estaban apareciendo pedazos de vidrio”. Este es uno de los numerosos relatos de cocineras en centros educativos de Bocas del Toro y otras áreas de difícil acceso, plasmados en notas dirigidas al Programa de Ayuda Nacional (PAN) en las que advertían sobre las irregularidades detectadas en la comida deshidratada que se servía a los estudiantes de las escuelas públicas de todo el país.
En los paquetes de sopa, arroz con pollo y frijoles, principalmente, era donde más se encontraban objetos que algunos describían como pedazos de vidrio y otros como plástico “cristalizado”. Lo que sí tenían en común era su forma puntiaguda.
La Prensa tuvo acceso a notas de 2011 y 2012, en las que se evidenciaba la preocupación de docentes y estudiantes por la comida que se estaba distribuyendo.
En las inspecciones oculares realizadas en centros educativos para comprobar la veracidad de las denuncias, funcionarios “enlaces” de Nutrición del PAN describían que al abrir los paquetes al azar confirmaban que la fecha de caducidad de los alimentos se había alcanzado y encontraron “los objetos puntiagudos” descritos por los directores de escuelas.
“En el arroz con pollo, según las cocineras, es donde más frecuentemente eran encontrados estos objetos”, resalta una nota del 6 de julio de 2011, enviada por Yenigsia Gaverrete, enlace de Nutrición del PAN en Bocas del Toro a Ángel Famiglietti, jefe del departamento de Nutrición del PAN.
Famiglietti fue identificado por una fuente como uno de los encargados del “negocio” organizado por Rubén De Ycaza, presidente de la sociedad Lerkshore International Limited, adjudicataria de los contratos de comida deshidratada.
“Él estaría a cargo del programa, porque así lo pidió Rubén De Ycaza, a fin de acelerar todo el proceso con giras a los centros escolares y ser sus ojos y oídos”, describió la fuente, que prefirió el anonimato.
En su momento, Famiglietti dijo a este medio que fue llevado al PAN por el exministro de la Presidencia Demetrio Papadimitriu, entonces presidente de la directiva del PAN. Desde el pasado 5 de diciembre, este medio ha intentando obtener la versión de Papadimitriu, pero ha evitado hablar del tema.
La contralora Gioconda Torres de Bianchini tampoco responde los cuestionarios sobre los refrendos al PAN para realizar millonarias transferencias de fondos a Lerkshore Internacional.
Esta empresa, inscrita en el Registro Público el 25 de marzo de 2010, se creó en Islas Vírgenes Británicas en 2008. A partir del 16 de marzo de ese año, su nuevo presidente fue Rubén De Ycaza.
VIGENCIA EXPIRADA
En los voluminosos informes dispersos en los archivos del PAN, hay dos palabras que se repiten en centenares de páginas: “Producto vencido”.
Reportes de 2011 describen el retiro de innumerables cajas de comida vencida en las escuelas de Calobre, en Veraguas; Ñurum y áreas comarcales (ver facsímil). A pesar de ello, la comida seguía distribuyéndose sin reparos en las escuelas.
A estos informes se suman las repetidas quejas públicas de asociaciones de padres de familia de Santa Fe, Cañazas, Río de Jesús y San Francisco en Veraguas por la reticencia de sus hijos de consumir las raciones, por los cuadros de afecciones estomacales que les provocaban.
Un padre de familia consultado en su momento por este medio –Holger Saltos Vera– dijo: “Yo probé ese alimento y me provocó malestar y si a uno como adulto le causa ese efecto, qué se puede esperar en un niño”.
A esa crítica se unió otra madre de familia que dijo que su hija de 10 años también se quejaba de dolores estomacales después de consumir el alimento.
En entrevista con La Prensa, la extitular de Educación (Meduca) Lucy Molinar afirmó que pidió que cesara la distribución de esta comida, pero su petición fue ignorada. Sin embargo, consideró que el hecho no debía divulgarse, porque “eso no se resuelve en los medios, eso se resuelve dentro, en el PAN”.
Como miembro de la junta directiva del PAN, Molinar aprobó el 7 de octubre de 2010 la contratación directa –hasta 2014– de Lerkshore International.
La contratación también fue aprobada por por otros integrantes de la directiva del PAN: el exministro de Obras Públicas Federico Suárez; el entonces director del PAN Giacomo Tamburrelli; el diputado por Cambio Democrático Fernando Carrillo, y las viceministras de Desarrollo Social Marta Susana de Varela y de la Presidencia María Fábrega. Esta última presidía la junta.
$60 MILLONES EN COMIDA
La Prensa ha tenido acceso a dos contratos adjudicados a Lerkshore International. El 30 de abril de 2010, en su primera reunión, la junta directiva del PAN aprobó la contratación de Lerkshore International para la compra de alimentos deshidratados “para las escuelas oficiales de los corregimientos con mayor índice de pobreza, año 2010”. Ese contrato fue por 15 millones de dólares.
Además, se aprobó un contrato complementario para distribuir los alimentos, por 200 mil dólares.
El segundo contrato se firmó en diciembre de 2010, pero era para la vigencia fiscal del siguiente año. Fue por 44.9 millones de dólares y era para “la compra de alimentos deshidratados para el almuerzo universal de las escuelas públicas a nivel nacional, 2011”.
Y se aprobaron otros 2 millones de dólares para el acarreo, liquidación, custodia y distribución de los productos en las escuelas.
En total, en 2010, el PAN adjudicó a Lerkshore International, al menos, dos contratos por la suma de 60 millones de dólares.
LOS ‘BENEFICIOS’
El PAN emitió informes y notas de prensa resaltando “el cambio está en marcha” al distribuir la comida deshidratada, principalmente en los distritos con “pobreza y pobreza extrema”.
El PAN destacaba que la “iniciativa social” beneficiaría a miles de estudiantes con un almuerzo diario, que mejoraría el rendimiento académico y disminuiría la deserción escolar, “sobre todo en el estudiantado de la comarca Ngäbe Buglé”, con más de 300 centros educativos.
Incluso, se realizaron giras de capacitación a los docentes y directores de escuelas “beneficiadas” con los productos alimenticios, relata un informe del PAN.
MEDUCA APRUEBA LOS ALIMENTOS
El PAN, en una nota de presa fechada el 2 de abril de 2012, afirmó que “el contenido nutricional de los alimentos deshidratados es revisado y aprobado por la Dirección Nacional de Nutrición y Salud Escolar del Ministerio de Educación”.
También, que la distribución de esos alimentos contaba con un registro de importación de la Autoridad Panameña de Seguridad de Alimentos.
Pero, curiosamente, el comunicado del PAN contrasta con las múltiples denuncias sobre casos de niños intoxicados que se hicieron públicas a través de los medios de comunicación desde septiembre de 2010, primordialmente, en centros escolares de Veraguas, Coclé y zonas apartadas del país.
Pero estas noticias fueron ignoradas completamente. La entonces directora nacional de Nutrición y Salud Escolar del Meduca Dalba Caballero, por ejemplo, pidió en reiteradas ocasiones a Ángel Famiglietti, del PAN, que coordinaran capacitaciones en las escuelas, a pesar de los problemas que sufrían los niños al consumir la comida.
“La capacitación ayudaría a aclarar dudas y lograr una adecuada preparación de los productos”, destacaba Caballero en sus notas.
El 28 de marzo de 2011, a través de una nota, Caballero pidió a Famiglietti brindar los mismos productos a los párvulos de una iglesia católica en las provincias de Veraguas y en Chiriquí, debido a que no contaban con ningún tipo de apoyo para ofrecer “alimentos preparados para todos los niños que allí acuden”.
En un cuadro de distribución de estos centros parvularios, se menciona que 120 niños veragüenses ingerirían la comida deshidratada, mientras que en Chiriquí lo harían 499 infantes.
LOS RESPONSABLES
Por este caso, Tamburrelli y De Ycaza se mantienen con medidas cautelares de casa por cárcel, dictadas por la Fiscalía Segunda Anticorrupción. Además, la fiscalía le cauteló 4 millones de dólares a De Ycaza en cuentas en el Tower Bank y en el Balboa Bank and Trust, al tiempo que se le formularon cargos por el delito de estafa.