En las últimas tres administraciones no se han registrado avances significativos en cuanto a la presencia del sexo femenino en los altos cargos públicos del país.
En la actual administración, por ejemplo, solo tres de los 15 ministerios del país son dirigidos por mujeres. Ellas son: Alma Cortés, en el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral; Lucy Molinar, en el Ministerio de Educación (Meduca); y Giselle Burillo de Calcagno, en la Autoridad de la Pequeña y Mediana Empresa, puesto que el Presidente elevó a la categoría de ministro.
Además, solo cuatro mujeres fueron designadas como viceministras: María Fábrega, en la Presidencia; Susy de Varela, en el Mides; Mirna de Crespo y Maruquel Pabón, en el Meduca.
Esta cifra riñe con el espíritu de la Ley 4 de de enero de 1999, que regula la igualdad de oportunidades para las mujeres, y que establece que los gobiernos deberán garantizar que el 30% de las posiciones que se requieren en una administración, estén ocupadas por mujeres. Para llegar a ese 30%, el presidente, Ricardo Martinelli, tendría que nombrar a otras dos mujeres como ministras de Estado.
Lejos del Ejecutivo, la situación no es muy diferente. Solo 10 de las 46 entidades autónomas del país están a cargo de mujeres (ver tabla). Las gobernaciones fue donde las féminas tuvieron su peor derrota. En la lista de las 11 gobernaciones del país (nueve provincias y dos comarcas), solo figuran dos mujeres: Mayín Correa, en Panamá, y Angelmira Correa, en Kuna Yala.