Mulino insistió: ‘No sabíamos de la operación’

Mulino insistió: ‘No sabíamos de la operación’


El ministro de Seguridad Pública, José Raúl Mulino, reiteró ayer que el Gobierno no tenía conocimiento alguno de la operación militar realizada por el Ejército de Colombia contra el frente 57 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). En consecuencia, dijo desconocer por qué su homólogo colombiano, Rodrigo Rivera, agradeció a Panamá por su cooperación en el operativo.

Mulino aclaró, empero, que el patrullaje de Panamá en la frontera con Colombia es constante e incluso fue reforzado en la zona del bombardeo (sur) desde julio pasado, al punto de que han obligado a las fuerzas irregulares a desplazarse hacia las zonas norte y centro de la frontera, que también fueron reforzadas.

De acuerdo con Mulino, estas actividades de patrullaje y vigilancia sí son coordinadas con las autoridades colombianas, con las que se comparte información sobre las operaciones de los distintos grupos irregulares que operan en la frontera.

También aclaró que para la realización de bombardeos, como el efectuado por la Fuerza Aérea colombiana el pasado domingo, no se requiere comunicación, información ni solicitud de permiso previo, ya que cada país es soberano y sus fuerzas armadas pueden desplegar sus operativos cuando así lo deseen.

El ministro de Defensa de Colombia, Rodrigo Rivera, agradeció ayer a las autoridades de Panamá por los controles ejercidos en la frontera común, donde operan frentes de la guerrilla de las FARC, según un cable de la agencia DPA.

La agencia EFE dio cuenta de comentarios de Rivera en el sentido de que “el simple hecho de blindar la frontera permite que en Colombia se puedan realizar operaciones altamente eficaces, como la realizada el domingo”.

En la Operación Darién, efectuada en la zona del Urabá, en el departamento del Chocó, a unos 700 kilómetros de la frontera con Panamá, cayeron abatidos al menos cinco miembros del frente 57, entre estos su comandante de finanzas y logística, Luis Mora Pestaño, alias Silver.

Acusado y condenado a 30 años de cárcel en 2002 por el asesinato de unas 70 personas en “la masacre de Bojayá”, así como de secuestros y tráfico de armas y drogas, Silver suscribió en febrero de 2008 un comunicado en el que advirtió a Panamá sobre posibles represalias tras el arresto de cinco miembros del frente.

El principal objetivo de la operación era Gilberto Torres Muñetón, alias Becerro, líder del grupo, que es considerado como la tercera punta de la financiación de toda la guerrilla.

Becerro, quien tiene 27 años en las FARC, es considerada la persona que controla el narcotráfico, el tráfico de armas y los secuestros en la frontera con Panamá y se le liga directamente con el secretariado, por lo que su captura ha sido considerada como prioritaria por Colombia desde hace varios años.

Diferentes informaciones daban cuenta de su muerte el día de ayer, pero la versión no ha sido confirmada oficialmente.

Se le acusa de secuestrar en Panamá al comerciante cubano-estadounidense Cecilio Padrón en abril de 2008, por cuya liberación se solicitaba la suma de 60 millones de dólares.

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