El Registro Público y los notarios coincidieron ayer en algo. Ninguna propiedad (casa o terreno) puede estar totalmente a salvo del fraude.
Ambas partes aceptan que hay redes que se dedican a la venta de propiedades ajenas utilizando documentos ficticios de los dueños originales, logrando vulnerar el sistema notarial y el Registro Público.
La cifra de los casos no está contabilizada formalmente, pero solo en la Gobernación hay bajo investigación más de mil expedientes con supuestas irregularidades que cometieron notarios de administraciones pasadas, entre ellos traspasos fraudulentos de propiedades.
La Fiscalía Segunda de Panamá maneja otro grupo de denuncias de este tipo, mientras que otras apenas están empezando los trámites en la Dirección de Investigación Judicial (DIJ).
Entre los casos hay traspasos de propiedades con cédulas de personas fallecidas, clonación de escrituras, y hasta ex notarios están siendo vinculados a este tipo de delitos.
El presidente del Colegio de Notarios y notario décimo, Ricardo Landero, aseguró que ya se han tomado medidas concretas para frenar este delito, pero aceptó que no hay una fórmula para controlarlo del todo.
Landero explicó que la mayoría de las notarías ha adoptado el sistema de verificación de datos del Tribunal Electoral, otras han adquirido sistema de huellas digitales, han cancelado operaciones con oficinas satélites de poco reconocimiento, y ahora exigen la presencia personal tanto del vendedor como del comprador de una propiedad.
“Los notarios de la actual administración han cambiado y tienen un currículum limpio. Esperemos las estadísticas nuevas para ver en cuánto se ha reducido este delito con los nuevos controles, pero no podemos evitar que alguien le dé la vuelta al sistema”, comentó Landero.
Ayer, más de 10 personas reportaron a este diario haber sido víctimas del fraude con sus propiedades.
Alejandro Tiniaco es una de estas personas, quien dijo que en su lucha legal para recuperar su propiedad tiene demandado a un ex notario primero por su supuesta participación.
Domingo Barrios es otro de los que luchan legalmente, en su caso por recuperar un terreno en Colón que fue traspasado utilizando la identidad de su abuela ya fallecida. Los peritajes probaron que la firma de su abuela en este traspaso era falsa, pero debido a que muchos de los documentos se extraviaron, el caso fue declarado prescrito. Hoy, Barrios tiene un recurso de apelación.
En gran parte de los casos la recuperación de estos bienes también es complicada, porque las redes que se dedican a este delito hacen una doble venta en la que el segundo comprador queda como persona que actuó de buena fe.
Este es el caso de un cliente del abogado Antonio González, en donde los estafadores se trasladaron hasta Herrera para falsificar la escritura de dos terrenos de 900 metros en Betania, ciudad capital.
Con la escritura ya notariada, los estafadores lograron traspasar dos veces esta propiedad sin que los controles hubiesen activado una alerta.