El Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (Miviot) vio en los límites del área protegida de la bahía de Panamá –en los humedales y manglares de Juan Díaz– una forma para expandir el desarrollo urbanístico .
Lejos de promover la conservación de esos ecosistemas, el Miviot busca aumentar en 600 hectáreas las zonas para urbanizar, haciendo uso de lo que hoy se denomina zona de amortiguamiento, y en la cual hay manglares y humedales que no están protegidos por ley pero que son considerados sitios Ramsar (donde llegan aves migratorias).
Esto, a pesar de que consultorías sobre la zona y normas legales recomiendan conservar la mayor cantidad posible de esas áreas, en el sector sur de Juan Díaz.
En 2007, por ejemplo, se realizó la consultoría Estudio de factibilidad urbanístico y ambiental para el sector sur de Juan Díaz que propuso proteger 643 hectáreas. La Anam, empero, solo incluyó 350 hectáreas. Ahora las autoridades del Miviot hacen una revaluación del estudio realizado para el entonces Ministerio de Vivienda, por FG Guardia y Asociados.
“Se incluyen como áreas de reserva sectores de manglares que ya han sido eliminados”, señala la propuesta del Miviot al hacer referencia a los resultados de la consultoría de FG (2007).
Seguido agrega: “limita los desarrollos a los proyectos ya aprobados y una pequeña área adicional para uso residencial”.
La propuesta de FG Guardia también incluía una zona de 21 hectáreas para hacer “turismo natural”. En la revaluación que hace el Miviot se elimina esta iniciativa y se deja una franja de 35 hectáreas como zona de amortiguamiento del área protegida.
“Con esta propuesta pretendemos obtener un equilibrio entre las necesidades de expansión urbana y la conservación ambiental de los recursos naturales”, señala la propuesta del Miviot.
En el sector sur de Juan Díaz se desarrollan dos grandes proyectos inmobiliarios: Santa María Golf & Country Club y Costa Sur, que suman 334 hectáreas urbanizadas, que eran áreas de manglares y humedales. Ambos cumplieron con los estudios de impacto ambiental (EIA).
El proyecto Santa María, en su primera fase, implicó la devastación de 18.5 hectáreas de manglar, de acuerdo con el EIA de la obra. Ello, a pesar de que la Resolución 1-80 del 3 de enero de 1980 del Mivi declaró ese área como zona de reserva ecológica.