Tres de los cinco oficiales de la Policía Nacional (PN) de turno el 9 de enero pasado, cuando ocurrió la tragedia en el centro de menores, no se encontraban en el área de Guarnición donde se reciben las novedades policiales.
Lo anterior fue revelado por el subcomisionado Luis Ortega, jefe de la Zona Metropolitana este, al rendir indagatoria el 1 de marzo.
Según la orden general del día No. 5 –medio de difusión interna de la PN– debían estar de turno la comisionada Diana Aponte (coordinadora), la subcomisionada Ivette de Rivas (jefe de plaza) y el capitán Jorge Moreno; sin embargo, no se encontraban en su puesto.
Este diario intentó conocer la versión de la PN, pero voceros de la entidad informaron que no darían declaraciones.
El subcomisionado Ortega –que enfrenta cargos por homicidio– declaró que ese día se encontraba libre, pero acudió al centro por ser un “mandato legal”.
A pesar de haber solicitado a Guarnición que le enviara agentes antidisturbios, le mandaron a 12 miembros del Grupo de Apoyo al Servicio, que actúan como complemento.
La tragedia, que provocó la muerte de cinco de los siete menores quemados, indignó y entristeció al 62.8% de los encuestados por la empresa Unimer, por encargo de La Prensa, del 17 al 21 de marzo pasado. Las más enfadadas son las personas de 25 a 34 años con residencia en Panamá y Colón.
La encuesta, que tiene un margen de error de 2.8%, destaca además que el 23.2% de los entrevistados –en su mayoría hombres– dijo sentir preocupación por lo ocurrido (ver gráfica).
Al cierre de esta edición, la diligencia de reconstrucción de los hechos ocurridos el 9 de enero, como parte de las investigaciones que realiza la Fiscalía Primera Superior, continuaba.
Vea Una tarde imborrable
