La vida es un sinfín de cosas en la que no hay nada seguro excepto algo: el cuerpo no dura para siempre.
Se desgasta, se cansa, se seca, se pone viejo. También puede pasar que se lastime, que la vida lo ponga ante una de esas encrucijadas a las que todos le temen: que un auto lo embista de forma imprevista en plena calle, que un loco no solo le robe sino que también le dispare, un médico que falla donde no puede fallar; es decir, hechos imprevisibles que cambian el mapa corporal de un solo plumazo.
En esta oportunidad, el ciudadano anónimo se propone bucear en el día después del colapso, en las horas duras que comienzan cuando la crónica termina.
Partidos
El mundo de las prótesis es apasionante. Porque las hay de todo tipo y para muchos propósitos. Las más comunes están ligadas al desgaste de las articulaciones. Estos problemas, por lo general, son provocados por enfermedades como la artrosis y la artritis. Y por el sobrepeso que durante largo tiempo puso a trabajar a las rodillas y caderas con ritmo frenético y con los años, ese abuso se paga con dolores fuertes, con molestias constantes, con el eclipse de la vida cotidiana que poco a poco ve de qué manera, levantarse de un sillón para buscar agua en la cocina, se transforma en una aventura digna de grandes sacrificios. También están las prótesis por accidentes o grandes infecciones que llevan a la amputación de un miembro. El mundo de la ortopedia es amplio y también fascinante: manos mecánicas, ganchos, piernas que no parecen de plástico.
Sea cual fuere la causa que provoca la necesidad, está claro que la Caja de Seguro Social será la encargada de solucionarle el problema a su asociado. ¿Pero hasta donde cubre el seguro? ¿Y cuánto tarda en brindar el servicio?
Articulaciones
El ciudadano anónimo averiguó que el seguro social realiza cuatro operaciones semanales en las que se implantan prótesis en articulaciones. Son 20 mensuales, aproximadamente 240 cirugías al año. Son muy pocas para la cantidad de rodillas, codos, hombros y caderas que los panameños necesitan mejorar. "En los últimos cinco años, además, han aumentado considerablemente los pedidos de este tipo de tratamientos" informa un especialista del tema que trabaja para el seguro. Si el ritmo de cirugías no se aumenta, cada vez serán más personas las que deberán, literalmente, sentarse a esperar su turno. Hoy, la demora promedio es de 14 meses aunque hay casos peores, con gente que desde hace dos años sufre de dolores que una cirugía acabaría de inmediato.
Riesgos profesionales
"Yo me rebané una mano con un máquina, trabajando y de inmediato en el Seguro Social me dijeron que la tenían que amputar" explica un joven que tiene su mano izquierda cortada. "Como me pasó trabajando, el Seguro me cubrió todo: la verdad, no tengo quejas" dice. Es que su caso cayó dentro de la legislación sobre riesgos profesionales que le otorga ciertos beneficios a las personas que sufren accidentes en horas de trabajo.
Recibió tratamiento médico y luego una prótesis para su mano. Cada dos años puede cambiarla. El sistema es simple: consigue tres presupuestos en casas ortopédicas privadas y el Seguro le hace un cheque para que compre el material.
"También hay un equipo de muy buena gente brindándote terapias para aprender a manejar las prótesis y para acostumbrarte al síndrome de la mano fantasma. Porque aunque la mano ya no esté, la mente no se acostumbra. Yo todavía siento que me pica un dedo, la muñeca. En esas charlas no explican cómo manejar las situaciones".
Este hombre tiene una mano mecánica y también una mano gancho. La mecánica requiere de seis meses de entrenamiento hasta que ya se puede manejar con eficacia. Las prótesis están valuadas entre mil 500 y 3 mil dólares cada una y su vida útil dependerá del cuidado y del uso.
Otro aspecto interesante es que si, por ejemplo, usted sufre un accidente, pero fuera de su trabajo, el Seguro no está obligado a pagarle la prótesis. Solo le cubriría las operaciones y algunos medicamentos mientras sería el paciente el que debería hacerse cargo de los costos de las prótesis que, por lo general, se importan.