A pesar de los informes de niños intoxicados en Veraguas y Coclé, por el consumo de comida deshidratada en 2010, la hoy exministra de Educación Lucy Molinar autorizó –como miembro de la junta directiva del Programa de Ayuda Nacional (PAN)– la contratación directa de la empresa Lerkshore International Limited hasta 2014 para el suministro de esos alimentos.
Pese a que los primeros reportes de niños intoxicados en cinco centros educativos de Veraguas y en tres de Coclé fueron en septiembre de 2010, al mes siguiente –el 7 de octubre– la junta directiva del PAN se reunió para aprobar, entre otras cosas, la contratación de Lerkshore International por los “buenos resultados obtenidos”, con lo que se ignoró los reportes de niños enfermos.
“Autorizar la contratación directa hasta 2014, a la empresa Lerkshore International para la compra de alimentos deshidratados para el almuerzo universal de las escuelas públicas a nivel nacional, en vista de los buenos resultados que hemos tenido con el cuerpo administrativo y los docentes”, dice el documento oficial (ver facsímil).
Agrega que se seguía, además, adelante con el contrato porque sería “riesgoso” iniciar, entre ensayo y error, una nueva contratación.
No obstante, el documento advierte que, en caso de incumplimiento de la empresa, el consejo directivo del PAN contrataría a otra. Ese día se aprobaron $2 millones para el acarreo, liquidación, custodia y distribución de los productos en los centros educativos.
En diciembre de 2010, se firmó el contrato entre el PAN y Lerkshore International por $44.9 millones.
La Prensa tuvo acceso al acta de reunión en la que aparecen las firmas de Molinar y del exministro de Obras Públicas Federico Suárez. Además, están las rúbricas del entonces director del PAN Giacomo Tamburelli; el diputado por Cambio Democrático, Fernando Carrillo, y de las viceministras de Desarrollo Social, Marta Susana de Varela, y de la Presidencia, María Fábrega. Esta última presidió la junta.
Dato revelador es que el documento hizo referencia a la importancia de aprobar todos los puntos de ese día, en razón del “compromiso adquirido por el señor presidente de la República [Ricardo Martinelli]”. Entre ellos destacaba el contrato directo por casi $45 millones para obtener comida deshidratada.
COMIDA VENCIDA
En los depósitos del PAN están esparcidos voluminosos expedientes en los que se advertía que la comida deshidratada estaba llegando a los platos de los niños con “residuos de vidrio y [con fecha de caducidad] vencida”.
No menos de 300 páginas en informes de 2011 y 2012 dejan constancia de que los paquetes de sopa y de arroz con pollo, principalmente, estaban vencidos y con residuos de objetos con apariencia de vidrio.
En dichos informes hay una nota del 5 de julio de 2011, del Ministerio de Educación (Meduca), en la que se solicitaba retirar los alimentos de los centros educativos. Pero al parecer, el documento fue ignorado debido a que informes de 2012 muestran fotos de objetos cristalizados encontrados en la comida. Consultada la exministra Molinar, afirmó que “la persona que fue por mí a la reunión me recordó que nosotros no aprobamos esa compra y pidió que se dejara constancia en acta”.
Molinar dijo que, aunque “se dejó constancia por escrito y en una docena de ocasiones que el Meduca no estaba de acuerdo con eso [la compra de comida]”, se seguía entregando en las escuelas.
La Prensa preguntó a Molinar por qué no divulgó todas las irregularidades encontradas en la comida que puso en riesgo a estudiantes. “Eso no se resuelve en los medios, eso se resuelve dentro, en el PAN”, contestó.
¿Usted no consideraba que debía ser un hecho público todo esto?
“¿Sabes cuántas cosas tuvimos que parar a mitad de camino sin tener que hacer un escándalo público?”, preguntó a modo de respuesta.